Vivimos en una fiesta de disfraces donde desnudarse, es casi un delito no escrito por los vendedores de máscaras.
En el baile principal los bufones son alabados, los asesinos premiados y los Reyes, ya sin vergüenza, portan coronas llenas de pecado, pecado contra sus hermanos de sangre y pueblo.
Que siendo inocentes cometieron otro delito no escrito, el de creer en imposibles, que la corrupción y la sociedad no van de la mano, y que el mundo no está hecho de Títeres.
Mi deber como dueño de las palabras, y mi decisión como portador del alma de un poeta es...
Abrir los ojos de todos aquellos que aunque tienen vista, están ciegos y prestar la honestidad de mis palabras para comenzar la verdadera revolución.
Aquella que descansa en las mentes, esperando ser despertada.
Quiero hacer una dedicatoria a todos mis hermanos y hermanas Venezolanos , y para aquellos artistas que alguna vez cometieron el delito no escrito de los inocentes, en alguna parte del mundo.
También que la interpretación es libre, y que me encantaría leer sus comentarios. Saludos desde #Venezuela.