Una cena diferente, pizza la preferida por mis hijos. [ESP-ENG]

Les deseo una feliz tarde a todos mis amigos de hive, espero se encuentren muy bien.

Les comentaré acerca de una salida junto a mi familia para cenar una deliciosa pizza en nuestro lugar de confianza, donde siempre nos atienden con la mejor de la simpatía y dónde se come exquisito. Mis hijos querían comer algo diferente, así que luego de un día algo de mucho trabajo pensé que era una excelente oportunidad para ir a cenar con pizza en la Baguette Bistron, en la plaza de Paraguachí. Mis hijos son muy felices de comer lo que les encanta.

El único detalle del que no me había percatado era que en la escuela que está cerca de esta panadería, se había celebrado el acto de procecusion donde, al llegar, estaba completo el lugar. Nos ofrecieron pizza luego de una hora y media, y no nos quedó más que esperar. Enseguida tomamos una mesa y nos pusimos cómodos para esperar nuestro turno.

Mis hijos estaban impacientes, ya que la hora se pasaba, las pizzas pasaban, llegaban a otras mesas y nada que llegaba a nuestro turno. Las horas se hacían eternas, mi pequeño hijo tenía mucha hambre, pero no me imaginé que la espera iba a ser muy larga. A todas estas trataba de que se concentraran en otras cosas, y dar chance a ser atendidos.

A casi dos horas llegó nuestro momento, la cara de mis hijos cambió por completo. Eran dos pizzas las que teníamos en nuestra mesa listas para comer junto a un refresco. Mi esposa era la encargada de servir a cada una poción de pizzas, de la cual disfrutamos. Les confieso que yo también tenía algo de hambre, y como no si ya eran las diez de la noche.

Detrás de nosotros estaba otra mesa en la espera también por pizza, ya la panadería había cerrado su santa María y el personal alistando todo para salir a sus casas a descansar de esta jornada de trabajo. Pienso que vale la pena la espera, las pizzas estaban exquisitas como siempre, sencillas y con un sabor al paladar único.

I wish you a happy evening to all my hive friends, I hope you are doing well.

I'll tell you about an outing with my family to have a delicious pizza at our favorite place, where they always serve us with the greatest friendliness and where the food is exquisite. My children wanted to eat something different, so after a somewhat busy day, I thought it was a great opportunity to go have a pizza dinner at Baguette Bistron, in the Paraguachí plaza. My children are very happy to eat what they love.

The only detail I hadn't noticed was that the school near this bakery had held a procession, and when we arrived, the place was packed. They offered us pizza after an hour and a half, and we had no choice but to wait. We quickly grabbed a table and settled in to wait our turn.

My children were getting impatient, as the hour passed, the pizzas passed by, arrived at other tables, and nothing arrived on our turn. The hours seemed endless, my little son was very hungry, but I didn't imagine the wait would be so long. All the while, I tried to get them to focus on other things and give them a chance to be served.

After almost two hours, our time arrived, and my children's faces changed completely. We had two pizzas on our table, ready to eat, along with a soft drink. My wife was in charge of serving each of us a portion of pizzas, which we enjoyed. I confess I was a little hungry too, and how could I not be since it was already ten at night.

Behind us was another table waiting for pizza, too. The bakery had already closed its Santa Maria, and the staff was getting ready to go home to rest from a day of work. I think it was worth the wait; the pizzas were exquisite as always, simple, and with a unique flavor.