El día de hoy, me complace compartirles la primera sesión que hago a una embarazada y qué mejor que a una de mis amigas más cercanas y a la cual le tengo mucho cariño. Recuerdo que cuando se enteró me dijo “Tú me haces las fotos” y entre tantas cosas que se le acumulan a cada uno cada día, no vivimos tan cerca y además, el tiempo pasa volando (sí, sí, nueve meses pasan muy rápido, amigos) hicimos las fotos a sólo días de dar a luz y bastante improvisadas. Ella no tenía pensado nada en concreto para las fotos, sólo quería que dibujaran algo lindo en su pancita y mi hermana nos prestó la colaboración. Bajo un cielo grisáceo de un día húmedo en Caracas, una preciosa primeriza de pocas palabras, aunque con un particular sentido del humor y que nunca había estado en una sesión, quedamos satisfechos con el resultado de unas fotos sencillas, con nuestra única aliada, la luz del día.
Les comparto mis favoritas
Hay que reír, siempre
Esta fue inesperada, ella miraba noséqué, pero me encantó
Y por supuesto, esa criatura no se formó sola, el padre tenía que hacer acto de presencia
Proceso creativo
Todas las fotos son de mi autoría, tomadas con una NIKON D60 en el Centro de Arte La Estancia