# Recuerdo muy bien mi infancia, desde que empecé la escuela, donde poco a poco mi madre me inculcó los principios básicos de la responsabilidad exclusiva con mis estudios. Hacer mis tareas fue mi primera responsabilidad, y luego el nivel de responsabilidad aumentó a medida que crecí. Nadie más que yo era responsable de hacer mis tareas y deberes en casa. Por supuesto, siempre contaba con la guía de un adulto, pero mi responsabilidad con los estudios no podía delegarse en nadie. Si tenía que presentar un examen, mi responsabilidad era estudiar y prepararme para esos exámenes, pruebas o presentaciones. La voz de autoridad de mi madre siempre estuvo presente para guiarme con amor en mis deberes como estudiante y, sobre todo, para responsabilizarme de todo lo relacionado con mis estudios. La responsabilidad no solo giraba en torno a mis estudios, sino también en cooperar y ayudar en casa, ya fuera cuidando el jardín, limpiando mi habitación o haciendo la cama. # El hábito de ordenar mi habitación era tan fuerte que influyó enormemente en mi vida de adolescente y adulta. Tender la cama se convierte automáticamente en un hábito al levantarme por la mañana y, al mismo tiempo, lo considero una responsabilidad, sin que mi esposa tenga que asumirla. # Durante mi adolescencia, mis responsabilidades aumentaron considerablemente, ya que mis estudios universitarios me exigían incluso lo mínimo indispensable para ser un estudiante exitoso. Sabía que mi mayor responsabilidad era estudiar y sacrificar muchas actividades propias de la adolescencia, como fiestas y otras cosas que disfrutan los jóvenes. En mi caso, estudiar en la universidad me inculcó profundamente la enorme responsabilidad de estudiar hasta altas horas de la madrugada, si era posible, ya que mi carrera universitaria me obligaba a pasar mucho tiempo pegado a los libros estudiando, y esta era mi mayor responsabilidad. # El abanico de responsabilidades que adquirí aumentó a medida que avanzaba de una etapa de mi vida a otra. # Cuando dejé de ser adolescente y entré en la edad adulta, mis responsabilidades aumentaron. No solo era mi responsabilidad trabajar y mantener un hogar, sino que también asumí responsabilidades con mis hijos, mi esposa, mis propias responsabilidades laborales y, ahora, mi responsabilidad con la iglesia a la que asisto y donde formo parte del equipo de líderes y pastores. Ciertamente, como individuos, las responsabilidades nos involucran en la medida en que asumimos compromisos de diversa índole. Al entrar en la etapa de jubilación o pensión, nuestras responsabilidades giran en torno a nuestra propia salud. Debemos cuidar nuestra alimentación y, sobre todo, caminar para relajarnos y mantener un buen estado físico hasta bien entrada la vejez. Actualmente tengo 59 años y estoy jubilado, lo que me hace responsable de mantener una salud mental y física que sea viable para mi personalidad y, sobre todo, para mi bienestar emocional. No puedo dejar mis responsabilidades en manos de otros. Creo que nadie puede desear mayor bienestar para mí que yo mismo. La vida misma nos lleva a experimentar una gama muy interesante de responsabilidades que, en última instancia, fortalecen el desarrollo de nuestro ser y nuestro bienestar general. # Agradezco a la comunidad @holos-lotus por brindarnos constantemente la oportunidad de compartir nuestro contenido sobre crecimiento personal y bienestar. # Éxito. #

# ### A range of responsibilities # I remember my childhood very well, from the moment I started school, where little by little my mother instilled in me the basic principles of exclusive responsibility for my studies. Doing my homework was my first responsibility, and then the level of responsibility increased as I grew older. No one but me was responsible for doing my homework and assignments at home. Of course, I always had the guidance of an adult, but my responsibility for my studies could not be delegated to anyone. If I had to take an exam, my responsibility was to study and prepare for those exams, tests, or presentations. My mother's authoritative voice was always present to guide me lovingly in my duties as a student and, above all, to hold me accountable for everything related to my studies. My responsibility not only centered around my studies, but also on cooperating and helping out at home, whether it was gardening, cleaning my room, or making my bed. # The habit of tidying my room was so strong that it greatly influenced my life as a teenager and adult. Making my bed automatically becomes a habit when I wake up in the morning, and at the same time, I consider it a responsibility, without my wife having to assume it. # During my teenage years, my responsibilities increased considerably, as my college studies required me to do even the bare minimum to be a successful student. I knew that my greatest responsibility was studying and sacrificing many adolescent activities, such as parties and other things that young people enjoy. In my case, studying at university deeply instilled in me the enormous responsibility of studying until the early hours of the morning, if possible, as my university degree required me to spend a lot of time glued to my books, and this was my greatest responsibility. # The range of responsibilities I acquired increased as I progressed from one stage of my life to another. # As I ceased to be a teenager and entered adulthood, my responsibilities increased. Not only was it my responsibility to work and maintain a home, but I also assumed responsibilities for my children, my wife, my own work responsibilities, and now, my responsibility to the church I attend and where I am part of the team of leaders and pastors. Certainly, as individuals, these responsibilities involve us to the extent that we take on commitments of various kinds. As we enter retirement, our responsibilities revolve around our own health. We must take care of our diet and, above all, walk to relax and maintain good physical condition well into old age. I am currently 59 years old and retired, which makes me responsible for maintaining a mental and physical health that is conducive to my personality and, above all, my emotional well-being. I cannot leave my responsibilities in the hands of others. I believe that no one can desire greater well-being for me than myself. Life itself leads us to experience a very interesting range of responsibilities that ultimately strengthen our personal development and overall well-being. # I am grateful to the @holos-lotus community for consistently providing us with the opportunity to share our content on personal growth and well-being. # Success. #