Hi, girls!
There's a famous saying: "Don't listen to foolish words." This means we should ignore anything or anyone that speaks ill of us.
But today I want to take it a step further with a motto that has worked for me: Ignore what ignores you.
I've seen and experienced how some people dedicate themselves to slandering or offending others on social media. Unfortunately, it happens.
When we are the target of these attacks, I've learned that the only right response is not to respond.
I don't argue, I don't defend myself in public. What I do is delete the comment immediately and block the user.
I don't allow that toxicity to have a place in my digital life, which is an extension of my real life.
Understanding this was crucial: responding to or trying to explain myself to someone who has already decided to ignore my worth is a mistake.
It's giving my time and energy to someone who only wants to take it away. It's giving importance to someone who is dedicated to diminishing it. Every response validates that behavior.
You're telling them that their words affect you, and that's exactly what they want.
We must be the first to value ourselves.
If someone ignores us or tries to belittle us, the most powerful action we can take is to disregard it and move forward with our projects and our peace of mind.
That specific opinion is irrelevant to us. Think of it like a zero in an equation: anything multiplied by zero equals zero.
It has no real weight on our final outcome. Our energy is limited and precious; Don't invest your energy in those who don't contribute anything to your life. Actively ignoring others isn't weakness; it's a conscious strategy to protect our peace and focus on what truly builds us up.
Versión en español
Hola, chicas!
Hay una frase famosa que dice: A palabras necias, oídos sordos. Esto quiere decir que debemos ignorar a todo aquello, o aquellos, que hable mal de nosotros. Pero hoy quiero llevarlo un paso más allá con un lema que me ha funcionado: Ignora aquello que te ignora a ti.
He visto y he experimentado cómo hay personas que se dedican a calumniar o a ofender en redes sociales. Lamentablemente sucede. Cuando el objetivo de estos ataques somos nosotras, he aprendido que la única respuesta correcta es no responder. No discuto, no me defiendo en público. Lo que hago es eliminar el comentario inmediatamente y bloquear al usuario. No dejo que esa toxicidad tenga un espacio en mi vida digital, que es una extensión de mi vida real.
Entender esto fue crucial: responder o tratar de explicarme a quien ya ha decidido ignorar mi valor es un error. Es darle mi tiempo y mi energía a alguien que solo quiere restármelos. Es conceder importancia a quien se dedica a quitármela. Cada respuesta es una validación para ese comportamiento. Le estás diciendo que sus palabras te afectan, y eso es exactamente lo que buscan.
Nosotras debemos ser las primeras en darnos nuestro valor. Si alguien nos ignora o trata de minimizarnos, la acción más poderosa que podemos tomar es hacer caso omiso y seguir adelante con nuestros proyectos y nuestra paz mental. Esa opinión específica no nos hace falta. Piensen en ella como un cero en una ecuación: cualquier cosa que multipliques por cero, da cero.
No tiene ningún peso real en nuestro resultado final. Nuestra energía es limitada y valiosa; no la inviertan en quien no les aporta nada. Ignorar activamente no es debilidad, es una estrategia consciente para proteger nuestra paz y enfocarnos en lo que sí nos construye.