Capítulo 02: La Aceptación (Parte 2/5)

—Claris, hola... ¿cómo estás, linda?

—¡Leonardo, es un milagro saber de ti! ¡Casi una semana y ni una señal! No te conectas a Facebook, ni a Twitter, a Messenger, y mucho menos un modesto mensaje de texto. Te hacía en algún lugar, en coma o en el extranjero... —dijo Claris con ese tono típico de preocupación mezclada con un sutil reproche.

—Por lo que escucho, mejor que yo. Necesito que hablemos.

—Claro, ¿dónde nos vemos? —respondió ella. —Creo poder estar disponible en media hora —dijo con ese tono típico de cuando quiere que espere.

—En realidad no tengo idea de qué hora es —dije, haciendo una pausa y preparándome para la estocada final—, y tomando en cuenta lo mal novio que he sido, te dejo escoger, solo con la condición de que donde nos encontremos vendan café.

—Hum, me parece bien —dijo ella con una voz un poco pícara—. En realidad, me gustaría ir a un restaurante nuevo. Me han comentado, bueno, en realidad he leído que es excelente, con música ambiental en vivo, un poco de vino... Es bueno que estés romántico el día de hoy, aunque otra vez con ese tono irónico. Dime, ¿qué opinas?

—Claro —dije, asumiendo que me iba a desplumar—. ¿Tú me dices, para el almuerzo o para la cena?

—Para la cena me parece bien —(casi podía ver ese brillo de emoción en sus ojos)—, y así me hago un poco de rogar.

Después de colgar, me quedé un momento en silencio, dejando que el eco de su voz se desvaneciera en la habitación. La conversación había sido breve, pero cargada de significado. La espera, la incertidumbre y la posibilidad de un reencuentro llenaban el aire con una mezcla de ansiedad y esperanza.

Empecé a ordenar un poco después de la conversación. De vez en cuando, me revisaba en el espejo para aplicarme hielo y ver cómo el golpe en mi frente se aclaraba poco a poco. Una vez más, frente al laptop. Y nada. Dos horas perdidas. Es más, creo que he involucionado en mi índice; malogré dos horas de trabajo. Será mejor guardar y dormir un poco. A las 6:30 PM tengo que buscar a Clarice por la oficina e ir a cenar. Si va a haber vino, que es lo más seguro, me quedaré dormido de regreso.

Me levanté del sofá y caminé hacia la ventana. Afuera, la ciudad comenzaba a vestirse con las luces de la tarde. El cielo se teñía de tonos anaranjados y violetas, un recordatorio silencioso de que el tiempo seguía su curso, implacable e indiferente.

Pensé en Claris, en su sonrisa, en la forma en que sus ojos brillaban cuando estaba emocionada. Quería que esta cena fuera un nuevo comienzo, una oportunidad para reconstruir lo que había dejado caer.

Me senté de nuevo, respiré hondo y cerré los ojos por un momento, intentando calmar la tormenta que se agitaba dentro de mí. Sabía que la noche sería larga, pero estaba dispuesto a enfrentarla.

La espera se sentía como un peso en el pecho, una mezcla de nervios y anticipación que no me dejaba en paz. Pero también había una chispa de esperanza, una luz tenue que me impulsaba a seguir adelante, a no rendirme.

Finalmente, decidí que era hora de prepararme. Me levanté con determinación, dispuesto a enfrentar lo que viniera, con la esperanza de que esta cena fuera el primer paso hacia la reconciliación y la aceptación.

Gracias por acompañarme en esta nueva inmersión. Acabas de leer el Capítulo 02: La Aceptación (Parte 1/5). ¿Sentiste el peso de la llamada de Leonardo? ¿La tensión que precede a una cena que podría redibujar los contornos de su vínculo con Claris? A veces, las batallas más grandes ocurren antes de cerrar los ojos… y tú acabas de presenciar una. Tu apoyo es el hilo que me permite seguir bordando esta historia entre la vigilia y el sueño. Si este fragmento te ha resonado, te invito a: Votar : Si te conmovió la forma en que Leonardo enfrenta su reencuentro. Comentar: ¿Qué crees que ocurrirá en la cena? ¿Podrá sanar lo que se quebró? Compartir: Para que más soñadores se unan a esta travesía onírica. Nos vemos en la próxima entrega, donde la noche seguirá revelando sus secretos…

________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

English version, translated using Google Translate.

Chapter 02: Acceptance (Part 2/5)

"Claris, hi... how are you, sweetie?"

"Leonardo, it's a miracle to hear from you! Almost a week and not a single sign! You haven't logged onto Facebook, Twitter, Messenger, or even sent a simple text message. I thought you were somewhere, in a coma or abroad..." Claris said with that typical tone of concern mixed with a subtle hint of reproach.

"From what I hear, you're doing better than me. We need to talk."

"Sure, where should we meet?" she replied. "I think I can be available in half an hour," she said in that typical tone she uses when she wants me to wait.

"Actually, I have no idea what time it is," I said, pausing and bracing myself for the final blow, "and considering what a terrible boyfriend I've been, I'll let you choose, only on the condition that they sell coffee wherever we meet."

"Hmm, sounds good to me," she said with a slightly mischievous tone. Actually, I'd like to go to a new restaurant. I've heard—well, actually, I read—that it's excellent, with live background music, a bit of wine... It's nice that you're feeling romantic today, even though you said it with that ironic tone again. So, what do you think?

"Sure," I said, assuming she was going to rip me off. "You tell me, for lunch or dinner?"

"Dinner sounds good to me"—(I could almost see that sparkle of excitement in her eyes)—"and that way I can play hard to get."

After hanging up, I remained silent for a moment, letting the echo of her voice fade in the room. The conversation had been brief, but full of meaning. The waiting, the uncertainty, and the possibility of a reunion filled the air with a mixture of anxiety and hope.

I started tidying up a little while after the conversation. Every now and then, I checked myself in the mirror, applying ice to the bump on my forehead and watching it gradually fade. Once again, I sat down at my laptop. And nothing. Two hours wasted. What's more, I think I've regressed in my index finger; I ruined two hours of work. I'd better save up and get some sleep. At 6:30 PM I have to pick up Clarice from the office and go to dinner. If there's going to be wine, which is most likely, I'll fall asleep on the way back.

I got up from the sofa and walked to the window. Outside, the city was beginning to dress in the evening light. The sky was tinged with orange and violet hues, a silent reminder that time marched on, relentless and indifferent.

I thought about Claris, about her smile, about the way her eyes sparkled when she was excited. I wanted this dinner to be a new beginning, a chance to rebuild what I had let fall apart.

I sat down again, took a deep breath, and closed my eyes for a moment, trying to calm the storm raging inside me. I knew the night would be long, but I was ready to face it.

The wait felt like a weight on my chest, a mixture of nerves and anticipation that wouldn't leave me alone. But there was also a spark of hope, a faint light that urged me to keep going, to not give up.

Finally, I decided it was time to prepare. I stood up with determination, ready to face whatever came, hoping that this dinner would be the first step toward reconciliation and acceptance.

Thank you for joining me on this new journey.

You have just read Chapter 2: Acceptance (Part 1/5). Did you feel the weight of Leonardo's call? The tension preceding a dinner that could redraw the contours of his bond with Claris? Sometimes, the greatest battles are fought before we close our eyes… and you have just witnessed one. Your support is the thread that allows me to continue weaving this story between waking and dreaming.

If this excerpt resonated with you, I invite you to: Vote: If you were moved by the way Leonardo faces his reunion. Comment: What do you think will happen at the dinner? Will it be able to heal what was broken? Share: So that more dreamers can join this dreamlike journey. See you in the next installment, where the night will continue to reveal its secrets…