>Donde estas Mati, no te escondas -dijo él. Sentía mi corazón acelerarse. **_Ese ser arrastraba sus pasos._** El olor de su nauseabunda figura se acercaba. **_Desde la sombra veía el aborrecible cuerpo desnudo de mi padre, sólo de verlo mi corazón se desbocaba._** Ahogaba mi llanto lo más que podía, pero mis lágrimas brotaban solas y el miedo se clavó como un puñal en mi estómago. >Aquí estas putita, ven que te follo – dijo **_Se sacó su miembro, lleno de verrugas y lo introdujo en mi boca, sentía como me ahogaba, el asco era indescriptible y las arcadas se convirtieron en vómito._** El olor que despedían sus genitales era como a carne muerta de la que comen los zamuros. >Maldita, mira lo que has hecho- dijo y me abofeteó. De repente una rata blanca y de proporciones bíblicas pasó por mis pies y temerosa grité. >Cállate perra, que vas a despertar a tu degenerada madre. Esto me lo vas a pagar caro - dijo. Y escupió mi cara. Su saliva era una sustancia inefable, que me produjo náuseas nuevamente. Me asió con violencia y dijo: >Putita esta noche engendraré el demonio en ti. De inmediato el miedo me recorrió la espalda y mi alma pidió clemencia a Dios. **Pasó su lengua llagada y purulenta por mi ombligo y de un tirón me penetró hasta que perdí la consciencia.** Al despertar me dijo: >Listo. Ya está. He llenado tus entrañas con mi semen. Verás a nacer a tu hijo-hermano.