El primer sorbo del Guayoyo me supo a pura nostalgia esta mañana, y el apretón que sentí en el pecho llevaba tu nombre por todos lados.
Hoy no es otro día diferente, hoy es un día igual como los muchos que han pasado sin que nada bueno ocurra, sin que nada cambie, sin que nada avance, y se volvió rutina.
Salgo a caminarte, a verte y a prestarte atención. Sé que tienes muchas ganas de llorar conmigo hoy.
Siento que debo acariciarte lento, a observarte con más detenimiento, y a recordar tus tiempos vivos en los que te sobraba color, amor y gente contenta recorriéndote de polo a polo siempre transitándote con fervor.
Desde que el mundo es mundo, toda la vida te hemos llamado caótica, siempre tan llena de gente, tan ocupada, ruidosa y veloz. Pareciera que nunca tuvieras sueño, siempre estás despierta, sea la hora que sea, para cualquier cosa, para cualquier persona.
Esta mañana luces más rota que la vez anterior, estás gris y manchada con sucio, sangre y gente que no te quiere aunque te diga que sí.
Te siento cada vez más apagada, cada vez más lejana, y tengo miedo de perderte completamente y de yo perderme contigo para siempre.
Ya no eres la misma y no ha sido tu culpa, ha sido la nuestra que no supimos rescatarte cuando estabas en el suelo, pidiendo ayuda con tu mano alzada, esperando ser rescatada y levantada.
Te extraño aunque aún me pare sobre ti, aunque aún cruce tus rayados y me siente en algún mirador mientras te baña el sol.
Te echo de menos así esté en el este o en el oeste abrazándote siempre.
Te extraño aunque estés ahora tan callada, asustada y desolada.
Me siento presa de tu situación, de tu dolor y de tus gritos mudos. De las mañanas desordenadas y de las noches en las que tengo miedo de tu soledad que me mata.
Siempre intento defenderte diciendo que eres la mejor, pero hoy sabemos bien que eso ya pasó.
Eres mi cuidad, mi hogar y mi lugar, y el más puro despecho que llevo dentro jamás te abandonará.
Caracas, para la eternidad.
Todas las fotografías son de mi autoría, capturadas con una Nikon Coolpix L110.
¡Gracias por llegar hasta aquí!