English
More than five years ago, my mom and I moved from the place where I grew up to the place where we currently live. The main reason was to seek greater comfort. At that time, I didn't see it that way. I wanted to stay in the old apartment, close to my friends and with a big yard where I always played without a care in the world.
The move was totally unexpected: my mom had been planning everything without telling me. One day I came home from university, and she gave me the news, telling me not to worry about anything because everything was ready. Later, I understood the reasons for her secrecy, but I think it would have been a less stressful move if I had known in advance. I would have gone to see the place and said goodbye to my friends. Sometimes adults forget to involve the younger ones for different reasons, although in this case, I was able to adapt to the circumstances.
At first, I was sad about the move and not excited at all. I remember that during the entire trip I had a sour expression and barely spoke. I wanted to show my mom, through my expression, that I didn’t agree with this. Later, she continued making important decisions without including me. Despite everything, I tried to understand her.
For me, the new place was too far away to visit my friends every now and then. When I finally saw the apartment for the first time, after a long trip, I liked it much more than the previous one. I thought my mom was right all along, but I didn’t say it out loud and remained mostly silent the whole day.
The first days were difficult because I got lost trying to get to the apartment by myself. My mom had a little more orientation than I did, but I have always liked some independence, so on several occasions I dared to go out without her, which was quite a challenge. I couldn’t roam freely as I wanted or at any time because I didn’t know the neighborhood well.
Now, no one can make me go back. My current apartment is my home. The previous one, due to its location, was sometimes dark during the day, while here a lot of natural light comes in. Also, there is more spaciousness in the living room and bedrooms, which is great.
I don’t know if my experience can help anyone. At that time, I was very immature and focused on what I had left behind and the fact that I didn’t have friends in this new place. My family was a great support, especially my uncle, who stayed living with us for a year until he later moved with his family. My uncle encouraged me a lot to socialize, which was difficult at first because I spent the whole week at university on a scholarship, but even so, I was able to make friends. Later, my dad came to live with us for a while, and now my cousin is here, who is very friendly, so I have met many more people in the neighborhood.
Changing homes has made it easier for me to get to work than if I had stayed where I lived before. The cultural life here is also better. There are more activities, and sometimes I don’t have time to attend them all. At the previous place, there was only one type of party, at night, and it often became dangerous. Although there are many conveniences compared to the previous place, my mom and I are thinking about moving again for greater comfort, but now we have a bit more experience in how to do things.
The lesson I learned from all this was that it is better to rely on family to overcome changes. With the help of my loved ones, I think the move turned out to be less stressful. Time passes quickly, and the new place starts to feel like a real home.
Español
Hace más de cinco años, mi mamá y yo nos mudamos del lugar donde crecí hasta el sitio donde vivimos actualmente. El motivo principal era buscar mayor comodidad. En ese entonces yo no lo veía así. Quería quedarme en el antiguo apartamento, cerca de mis amigas y con un patio grande donde siempre jugaba sin preocupaciones.
La mudanza fue totalmente inesperada: mi mamá lo había estado planeando todo sin decirme. Un día llegué de la universidad y ella me dio la noticia y me dijo que no me tenía que preocupar por nada que todo estaba listo. Luego entendí las razones de su misterio, pero me parece que hubiera sido una mudanza menos estresante si hubiera sabido con antelación. Hubiera ido a ver el lugar y me hubiera despedido de mis amigos. A veces los mayores olvidan contar con los más jóvenes por distintas razones, aunque en este caso yo me pude adaptar a las circunstancias.
Al principio, estaba triste con la mudanza y no me emocionó para nada. Recuerdo que durante todo el viaje me la pasé con mala cara y a penas hablaba. Le quería hacer saber a mi mamá, con mi expresión, que no estaba de acuerdo con esto. Después, ella siguió tomando decisiones importantes sin contar conmigo. A pesar de todo, intenté comprenderla.
Para mí el nuevo lugar quedaba demasiado lejos como para ir a visitar de vez en cuando a mis amigas. Cuando finalmente vi el apartamento por primera vez, luego de un viaje largo, me gustó mucho más que el anterior. Pensé que mi mamá tenía razón todo el tiempo, pero no lo dije en voz alta y seguí sin decir muchas palabras el día completo.
Los primeros días fueron difíciles porque me perdía tratando de llegar sola al apartamento. Mi mamá tenía un poco más de orientación que yo, pero siempre me ha gustado algo de independencia, así que en varias ocasiones me atreví a salir sin ella, lo cual fue todo un reto. No podía andar libremente como quería ni a cualquier hora, porque no conocía bien el vecindario.
Ahora no hay quien me haga regresar para atrás. Mi actual apartamento es mi hogar. El anterior, debido a donde estaba situado, a veces permanecía oscuro en el día, mientras que aquí entra mucha luz natural. Además, hay más amplitud en la sala y los cuartos, lo cual es genial.
No sé si mi experiencia pueda servir a alguien. En aquel momento era muy inmadura y estaba concentrada en lo que había dejado atrás y que ahora no tenía amigos en este nuevo lugar. Mi familia fue un gran apoyo, especialmente mi tío, que se quedó viviendo con nosotras durante un año hasta que después se fue con su familia. Mi tío me animaba mucho a socializar, lo cual era difícil al principio, porque me pasaba toda la semana becada en la universidad, pero aún así pude hacer amistades. Después mi papá vino a vivir un tiempo con nosotras y ahora está mi prima que es demasiado amigable, por lo que he conocido muchas más personas del barrio.
Al cambiar de vivienda, se me hace más fácil ir a mi trabajo que si me hubiera quedado donde vivía antes. Aquí la vida cultural es mejor también. Hay más actividades y a veces no tengo tiempo de asistir a todas. En el lugar anterior solo había un tipo de fiesta, en la noche, y frecuentemente se volvía peligrosa. Aunque hay muchas facilidades con respecto al lugar anterior, mi mamá y yo estamos pensando mudarnos de nuevo para mayor comodidad, pero ahora tenemos un poco más de experiencia en cómo hacer las cosas.
La lección que aprendí de todo esto fue que es mejor apoyarse en la familia para superar los cambios. Con la ayuda de mis seres queridos pienso que la mudanza resultó ser menos estresante. El tiempo pasa rápido y el nuevo lugar se comienza a ver como el verdadero hogar.
Translation by deepl
Pictures taken by me
