Miro el atardecer de mi vida y no te veo en mi camino
Te has quedado en un recodo, Un peñasco te aparto de mí,
Mis pasos siguen adelante sin mirar atrás,
mi única esperanza es que al amanecer del día siguiente
te encuentre sonriente porque Jehová te dio la mano y te levantó
desde el polvo al que fuiste porque la ley del pecado te venció.
¡ Qué se cree que te venció ! Tu esperanza fue tu victoria
lograste lo que aún muchos no obtienen,
estar en la memoria majestuosa de Jehová, nuestro Padre.
Padre que nos legaste y Él , que sí ha sabido serlo.
Nos ha cuidado, alimentado y vestido de ropaje espiritual.
Gracias por ello. Aquí seguiremos, aguardando recibirte
En Un Abrazo para No Separarnos Jamás.
Composición de Francia Paredes. A la memoria de Ana Felina, mi madre.
Foto realizada por Lobelia Pendás para un trabajo de power point.