Quiero comenzar agradeciendo a @syllem en Letras Inspiradoras por invitarme a participar en esta propuesta tan hermosa, que nos anima a reflexionar sobre esos momentos que al inicio parecieron un gran obstáculo, pero que con el tiempo se transformaron en bendiciones.

Cuando terminé mis estudios para maestra de primera infancia, soñaba con trabajar en un aula rodeada de niños.
Pero la vida tenía otros planes: mi esposo fue trasladado a otra ciudad y todo cambió.
Nos mudamos a una zona rural, a solo 3 kilómetros de la escuela más cercana… una escuela pequeña, con pocos alumnos.
La única niña en edad de primera infancia era mi hija, así que mi posibilidad de ejercer parecía nula.

Todo apuntaba a un “no”… hasta que, justo antes de que comenzaran las clases, surgió una vacante para auxiliar de servicio: cocina y limpieza. Me postulé y fui seleccionada.
Hoy, dos años después, sigo allí. Trabajo en la escuela, cuido a mi hija y cada día me siento parte de algo que me llena el corazón.

Lo que al principio parecía un obstáculo, terminó siendo la mejor forma de unir mi vocación, mi hogar y mi familia.
A veces, el camino que no planeamos es el que más nos acerca a la felicidad.

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Quisiera invitar a @yuraimatc y @marpasifico para continuar con esta iniciativa

Happiness Lived Three Kilometers Away

I want to start by thanking @syllem in Letras Inspiradoras for inviting me to take part in this beautiful initiative, which encourages us to reflect on those moments that at first seemed like great obstacles, but over time turned into blessings.

When I finished my studies to become a preschool teacher, I dreamed of working in a classroom full of children.
But life had other plans: my husband was transferred to another city and everything changed.
We moved to a rural area, just 3 kilometers from the nearest school… a small school with very few students.
The only child of preschool age was my daughter, so my chances of working in my field seemed nonexistent.

Everything seemed to point to a “no”… until, just before classes began, a vacancy opened for a service assistant: cooking and cleaning. I applied and was selected.
Today, two years later, I’m still here. I work at the school, take care of my daughter, and every day I feel part of something that fills my heart.

What at first seemed like an obstacle ended up being the perfect way to unite my vocation, my home, and my family.
Sometimes, the path we didn’t plan is the one that brings us closest to happiness.

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"I would like to invite @yuraimatc and @marpasifico to continue with this initiative."