💞 Por mis hijos siempre. Un Día en la Vida de una Madre Presente[ESP-ENG]

Hola hola, comunidad linda de @motherhood 🌸 Paso por aquí a saludarlos y a desearles que estén teniendo una semana súper bonita junto a sus bellos hijos. Por aquí todo bien, gracias a Dios, echándole ganas como siempre. Hoy fue uno de esos días que te agotan, pero que también te recuerdan por qué vale la pena cada esfuerzo. Comenzó con una reunión en el colegio de mi hija Gabriela, es la primera del año escolar, por supuesto una cita a la que no podía faltar. El profesor, quien además es esposo de su antigua maestra, nos recibió con calidez y sinceridad. Gabriela ya lo conoce, le tiene confianza y eso me da una paz inmensa. Saber que ella está feliz y segura en su entorno escolar me llena de tranquiliza para este nuevo año, especialmente porque está en sexto grado, a punto de dar el salto al primer año. Es un momento clave en su vida y yo quiero estar presente en cada paso. Lo que más me conmovió fue que el profesor tuvo la delicadeza de entregarle un pequeño detalle a cada representante. Ese gesto, tan simple pero tan significativo, nos hizo sentir valorados y bienvenidos. Nos mostró que este año escolar será especial, que hay un compromiso único con nuestros hijos y con nosotros como familia. Después de la reunión, el día tomó otro tono. En el trabajo hubo tensión, tristeza, presión, reuniones que desgastan. Pero no me dejé vencer. Regresé a casa, almorcé con mis hijos y luego comenzó la jornada de actividades extra escolares. Gabriela tenía natación, se prepara para una competencia y ahí estuve, como siempre, acompañándola. Mientras tanto, Santiago estaba en su refuerzo escolar. Lo recogí más tarde y lo llevé al gimnasio. En medio de todo, el cielo nos regaló un atardecer mágico, rosado, naranja, dorado, como un regalo de Dios diciéndome "tranquila que todo va bien y pronto esté día va a terminar y así mismo todo lo difícil siempre tiene un final feliz" Sí, fue un día duro. Pero no me canso. No me canso de ser chofer, guía, apoyo, compañía. Porque sé que estos momentos, aunque agotadores, son únicos. Mis hijos están creciendo y cada actividad, cada traslado, cada conversación en el carro, son semillas que estoy sembrando en su corazón. Ya vendrá mi tiempo de descanso, pero ahora es el tiempo de ellos. Y yo quiero estar ahí, en cada paso, en cada logro, en cada caída también. Le pido a Dios salud, fuerza, paciencia. Porque ser madre no es fácil, pero es el mayor privilegio que tengo. Y aunque hay días que pesan, también hay atardeceres que iluminan el alma. Gracias amigos por siempre leer mis post y apoyarme en mis historias como madre.  **ENGLISH** 

Hello hello, beautiful community of @motherhood 🌸 I'm stopping by to say hello and to wish you a wonderful week with your beautiful children. All is well here, thank God, giving it our best as always. Today was one of those days that exhaust you, but also remind you why every effort is worth it. It started with a meeting at my daughter Gabriela's school, the first of the school year, of course an appointment I could not miss. The teacher, who is also the husband of her former teacher, received us with warmth and sincerity. Gabriela already knows him, she trusts him and that gives me immense peace. Knowing that she is happy and safe in her school environment fills me with reassurance for this new year, especially because she is in sixth grade, about to make the leap to first grade. It is a key moment in her life and I want to be there every step of the way. What touched me most was that the professor was kind enough to give a small gift to each representative. That gesture, so simple but so meaningful, made us feel valued and welcome. It showed us that this school year will be special, that there is a unique commitment to our children and to us as a family. After the meeting, the day took on a different tone. At work there was tension, sadness, pressure, meetings that wear me down. But I did not let myself be defeated. I returned home, had lunch with my children and then began the day's after-school activities. Gabriela had swimming, she is preparing for a competition and I was there, as always, accompanying her. In the meantime, Santiago was at his school reinforcement. I picked him up later and took him to the gym. In the middle of it all, the sky gave us a magical sunset, pink, orange, golden, like a gift from God telling me "relax, everything is going well and soon this day will be over and even the difficult things always have a happy ending". Yes, it was a tough day. But I don't get tired. I don't get tired of being a driver, a guide, a support, a companion. Because I know that these moments, though exhausting, are unique. My children are growing up and every activity, every transfer, every conversation in the car, are seeds I am planting in their hearts. My time of rest will come, but now is their time. And I want to be there, in every step, in every achievement, in every fall too. I ask God for health, strength, patience. Because being a mother is not easy, but it is the greatest privilege I have. And although there are days that are heavy, there are also sunsets that illuminate the soul. Thank you friends for always reading my posts and supporting me in my stories as a mother.