Entrenar en la montaña, bajo el sol de media mañana, se ha convertido en mi ritual sagrado. Cada jornada es un acto de entrega total, una preparación consciente para el Ultra Race Chichiriviche 2025. No busco solo cruzar una meta; busco superarme, sentirme viva, descubrir de qué estoy hecha.
El calor pesa, las pendientes retan, y el cuerpo a veces duda… pero mi mente se mantiene firme. En cada paso entre piedras, tierra y riachuelos, encuentro una razón para seguir. El Ávila con su majestuosidad me enseña a confiar en mi proceso, a escuchar mi respiración, a transformar el cansancio en fuerza.
No hay música más poderosa que el sonido del viento entre los árboles y la gran vista de Caracas, hermosa como siempre. Aquí, en lo alto, entreno no solo para resistir el recorrido físico, sino para enfrentar mis propios límites y cruzarlos con mucha alegría.
Cada sesión suma, cada kilómetro deja una huella en mi historia. Y cuando llegue el momento de correr en Chichiriviche, sabré que cada rayo de sol de estas mañanas, cada gota de sudor y cada obstáculo vencido fueron parte esencial de este sueño que estoy construyendo, paso a paso. Vamos por más con mi team LPGRUNNERS
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