Leer un libro es darle sentido a la muerte de un árbol.
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Amo leer libros. No hay momento donde no esté leyendo uno.
Debo confesar que este hermoso hábito llegó tarde a mi vida, pero llegó, y para quedarse.
Leer, lamentablemente, no es algo que todos hagan; algunas personas piensan que es aburrido, o simplemente pasan del asunto porque no tienen tiempo o no saben qué leer, o sencillamente desconocen los grandes beneficios que aporta. Una gama de conocimiento, reflexiones de grandes autores y pensadores, filosofías, anécdotas, aprendizajes y pare de contar son solo alguna de las cosas con las que nos toparemos al navegar a través de estas hojas de papel. El beneficio es infinito,
como la imaginación.
Seguramente has querido comenzar esta actividad, pero no sabes cómo ni de qué manera. En ese caso, y si aún sigues leyendo esto, te tengo buenas noticias:
has llegado al lugar indicado.
Es por eso que he traído para ti algunos consejos que debes tomar en cuenta al momento de embarcarte en esta aventura sin fin. Espero sirva como guía para que esta nueva práctica forme, desde ahora, parte de tu vida diaria como lo es levantarse por las mañanas, cepillarse los dientes o respirar.
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¿Cómo comienzo a leer un libro?
1. Piensa un género que te guste. Existe infinidad de géneros y temática en el mundo de la literatura, por lo tanto es preciso determinar sobre qué quieres leer antes de comenzar a seleccionar tus primeros libros. La lectura es vasta; comenzando desde el género de fantasía, suspenso, terror, filosofía, humor y ciencia ficción, hasta aquellos libros de autobiografía, historia y ensayos científicos: Hay que definir un terreno seguro desde donde comenzar a obrar. Sin embargo, no te apresures. No cualquier libro es ideal para iniciarse, sea del género que sea. ¿Qué hacer entonces?
2. Comienza por libros cortos y ligeros. Es muy común que el lector primerizo comience muy emocionado, y con expectativas muy altas, a leer un libro cuya adaptación cinematográfica fue excelente (véase El señor de los anillos), pero cuando va a leer su obra literaria la realidad es otra; resulta que no avanza de las primeras páginas, se pierde entre la extensa y descriptiva narrativa del autor, se frustra, se aburre y lo deja. Como sabrás no todos los libros son sencillos de leer: unos más densos que otros, y algunos por lo general requieren un gran esfuerzo mental, así que descarta la idea de comenzar tu travesía literaria por
Don Quijote de la Mancha o
Cien años de soledad. En cambio,
te recomiendo que partas desde los bestseller de tu género literario favorito, que por lo general son la mejor opción para leer. ¿Te gusta la ciencia ficción? Isaac Asimov es para ti, con excelentes novelas como
Yo Robot y
El hombre bicentenario, o incluso su reconocida y valorada saga de
La Fundación. Ya queda en ti investigar cuales son las mejores opciones dentro de la temática que has elegido.
3. Haz una lista de libros que te interese leer. Investiga y conoce qué libros son las mejores opciones dentro de tu género literario elegido, según lo expuesto anteriormente. Lee sus sinopsis, conoce sus autores y de qué tratan sus obras. Seguidamente, crea una lista con las novelas que más llamaron tu atención. Hay que recordar que una de las cosas que hacen que la lectura se disfrute más es poder leer cosas que tú mismo has seleccionado y que van perfectamente acorde a tus gustos y exigencias. Como anécdota personal recuerdo que cuando era peque, no había algo que odiara más que el libro que me habían obligado a leer en el colegio, simplemente porque su contenido no tenía nada que llamara mi atención; y entre más lo leía más lo aborrecía, pero debía hacerlo para “ganar puntos” en la materia en cuestión. Es así como funciona en general, si lees algo que no va acorde contigo o que lees por compromiso,
sencillamente no lo disfrutarás. Dicho esto, ve y consigue los libros de tu lista.
4. Establece un ritmo constante de lectura. No es recomendable leer y no tomarse un tiempo para asimilarlo porque te lo has leído todo en un día; como de igual manera no es recomendable leer hoy y esperar una semana para volver a leer, pues perderías el hilo de la narración. Hay que establecer un ritmo de lectura coherente y prolijo. Lo más aconsejable es que leas a diario; aunque quizás sea complicado, pues nuestras ocupaciones diarias nos impedirían tener un pequeño espacio para leer. Sin embargo, tan solo con leer uno o dos capítulos del libro al día es un buen comienzo.
Es una excelente práctica leer antes de dormir, en los momentos de break, al viajar en el bus o tren, mientras esperas tu turno en el banco o médico, o incluso mientras haces la fila para pagar en el supermercado. Lleva tu libro contigo a todas partes y siempre conseguirás un rato para leer.
5. Comparte tu progreso. Si eres afortunado de tener amistades que también comparten ese amor por la lectura, de seguro se lo pasarán en grande hablando de sus libros favoritos. Esto es algo que motiva mucho a continuar caminando el sendero divino de la literatura. Para un lector, nada es más gratificante en una conversación que cuando surge el momento de hablar de libros. Aprovecha la ocasión y habla del libro que estás leyendo, pregunta sobre otros libros, recomendaciones y, cómo no, surgirá la ocasión de que consigas que te presten alguna buena novela que a tu compañero le haya gustado…
¡pero devuélvelo, sinvergüenza!
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Te abro la puerta, pues, a una gama de posibilidades, un universo nuevo que aparece repentinamente ante ti como una enorme nova en medio del cosmos, y que trae consigo miles y miles de mundos esperando ser explorados. De esta manera sólo me queda darte ánimos para que no desfallezcas en esta encomienda, pues es una de esas cosas que yo llamo “inversión para el alma”. Nunca es tarde para comenzar a leer libros, y si hoy han llegado a ti estas palabras es porque
tu momento de hacerlo ha llegado.