Shakespeare era un genio. Un trovador como ninguno, capaz de tocar el alma de las personas con su pluma, y con tinta dejar marcada en ellas el verso más hermoso. Fue este célebre poeta y escritor británico quien, en este caso, sirvió como foco de inspiración para los versos aquí plasmados.
Romeo y Julieta, una de sus obras más populares (aparte de Hamlet), fue escenario para mi Décima IV, donde nuestro enamorado Montesco anhela más que a nada recibir, de la doncella Julieta, esas palabras que cambiarían para siempre su razón de ser.
Romeo y Julieta, una de sus obras más populares (aparte de Hamlet), fue escenario para mi Décima IV, donde nuestro enamorado Montesco anhela más que a nada recibir, de la doncella Julieta, esas palabras que cambiarían para siempre su razón de ser.
Mi deseo - Décima IV
Por amor acepto el reto de ataviarme de galante, evocando a cada instante la pasión que te prometo. Mi doncella Capuleto, eres todo en lo que creo; tu «amor mío» es mi deseo, solo dame tal bautizo, dame..., ¡oh!, tan dulce hechizo y no vuelvo a ser Romeo.
Sigue mi serie de poesía clásica, y aprende un poco más de este hermoso mundo de versos:
Poesía clásica: El ovillejo | La décima espinela | El soneto
La imagen en cuestión fue extraída de aquí.
¡Gracias por leer!