Hoy quise compartir con ustedes este poema que escribí para Ana Karenina, mi novia. Suelo escribir poemas; algunos se me ocurren y los escribo, y otros simplemente no los escribo; algunos, incluso, no los continuo debido a que me atasco y luego simplemente pierdo la motivación, arrugo la hoja y la tiro a la papelera.
En este caso fue diferente, fue especial. Esta vez, un día como hoy hace 21 años, nacía la persona que llegaría a cambiar mi forma de pensar y enseñarme mil cosas de las que hoy no puedo hacer más que agradecerle de corazón.
A veces le regalo libros, a veces le regalo ropa, a veces simplemente salimos a pasear. Pero un día tan especial como lo es hoy, amerita un regalo más allá de lo tangible o palpable: un regalo de mi espiritu. No recuerdo haber escrito poemas con tanta espontaneidad como cuando los escribo para ella, para Ana Karenina.
En este caso fue diferente, fue especial. Esta vez, un día como hoy hace 21 años, nacía la persona que llegaría a cambiar mi forma de pensar y enseñarme mil cosas de las que hoy no puedo hacer más que agradecerle de corazón.
A veces le regalo libros, a veces le regalo ropa, a veces simplemente salimos a pasear. Pero un día tan especial como lo es hoy, amerita un regalo más allá de lo tangible o palpable: un regalo de mi espiritu. No recuerdo haber escrito poemas con tanta espontaneidad como cuando los escribo para ella, para Ana Karenina.
Flor de Enero – Sonetillo V/Décima III
Luz que invade la espesura,
pues la noche se ha marchado;
canta el gallo acicalado,
salta el sol en su aventura.
Una rosa prematura,
con su tallo acristalado,
deja al cielo anonadado,
llena el campo de hermosura.
Es mi flor, que no marchita,
pues de vida ella rebosa:
me acompaña en mi sendero.
Pido a Dios que me permita
cultivar aquella rosa
que embellece cada enero.
Es mi flor de mil colores,
la que brilla en plenilunio,
un tributo al mes de junio:
primavera y sus olores.
Tú, la musa de cantores,
que desnudas fantasía,
en tus manos, la utopía,
crece firme en su labranza,
pues irradias la esperanza
que ilumina el alma mía.
Te amo, mi amor. ¡Feliz cumpleaños!