Envíame un nude, pero de tu alma

Me retracto de lo que te dije en estos días sobre tus fotos desnuda. Y te digo que sí, quiero que me sigas enviando fotos y que me mandes nudes. Pero no de tu cuerpo, sino de tu alma.

Envíame una imagen donde salga tu ser desnudo, abierto de par en par para mí. Quítate la ropa que cubre tus sentimientos y muéstramelos tal cual son, sin miedo ni pudor.

Mándame un capture de un momento muy tuyo de tu día a día. Algo que siempre haces o de algo que amas inmensamente hacer o sentir. Quiero saber eso de ti y aprender a apreciarlo también, no porque me pueda gustar, sino porque te gusta a ti.

Envíame un nude de tu alma.

Quiero que te desnudes y me enseñes tu mente y tus pensamientos más hermosos o los más despreciables, muéstrame tu corazón en su modo más sublime o en su estado más oscuro. Preséntame tus más obvios o más ocultos sentimientos; en una frase, en un audio, en una foto, en un video.

Provócame y sedúceme siendo tal cual eres sin más ni más. Desnúdate ante mi y excítame los sentidos, mi cerebro y hazme palpitar el corazón con tu desfachatez de no ocultar nada de lo que hay en tu interior.

Sé así, desinhibida, y sin vergüenza desnúdate el alma, tu mente, tu ser entero y luego si quieres, sólo si quieres, cuando quieras y por la razón que quieras, desnuda tu cuerpo. Pero antes no. Porque no me importa, sinceramente, no me interesa. Sólo me importa lo que tienes dentro eso que no se ve a simple vista, eso que no se puede tocar ni palpar pero sí sentir con el alma.

Sí, eso quiero, desnúdate el alma y regálame esa instantánea de ti para así detallarte y deleitarme apreciando cada centímetro de tu vida.

Mándame un nude, pero de tu alma.

Original G. S. Bilbao

G. S. Bilbao

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