Walking through Old Havana, I ended up, almost by accident, at an iconic site for Cuban culture. Famous for giving its name to the crowning novel of 19th-century Cuba and one of the most important in Latin America, and also for a curiosity related to Cuba's National Hero... which I only discovered once I was already there 😅. Today I'll tell you about my visit to Loma del Ángel (Angel's Hill).
First: The Writer and Independence Hero
The fame of this small but very famous spot in Havana we owe to this gentleman:
Don Cirilo Villaverde (1812-1894), the author of the foundational novel Cecilia Valdés or La Loma del Ángel. Nothing less than the crowning novel of 19th-century Cuba. But Villaverde was more than a writer: he was a prolific journalist and fighter for his country's independence and the abolition of slavery, a social evil he particularly detested.
To this end, he participated in conspiracies against the colonial government. In 1848, he was discovered and imprisoned for his involvement in the Conspiracy of the Mina de la Rosa Cubana. In 1849, after escaping from prison (or being released on bail, depending on the version... I prefer to think he escaped, it's cooler), he was forced into exile in the United States, where he lived most of the rest of his life (mainly in New York). From exile, he continued collaborating for Cuba's freedom, although he never lived to see it achieved, as he died beforehand. His remains were brought back to Cuba in 1912.
Second: The Novel
I'll try to summarize this, but... it's tough. I read the novel in high school and remember a constant state of "WTF, Don Cirilo". But it's totally worth it. The novel is a portrait of colonial Cuba in the 1830s. A portrait of just how cruel and unjust it was, in fact. The protagonist is this young woman to whom this beautiful statue was made: Cecilia Valdés. "Valdés" was the usual surname given in Cuba to orphans abandoned at the Casa de Beneficencia (Charity House), so we're off to a bad start.
Indeed, Cecilia was a foundling, moreover a mixed-race woman (mulata), in an era when Cuba had a strict social hierarchy where skin color determined almost everything. But hey, at least she was free, and she was beautiful, very beautiful, and naive enough to think her beauty would be enough to lift her out of her precarious social position.
Cecilia finds herself in a love triangle. In the red corner, Leonardo Gamboa, a young white man from a prominent family, who promises her the world. A playboy I wouldn't trust near my daughter, not even with a guava-picking pole. In the blue corner, José Dolores Pimienta, a so-called "free pardo" (a free man of color, Black but not enslaved), hopelessly in love with her. Pimienta would have been the mature and intelligent choice: someone from her own class offering her true love. Buuut Leonardo represented the temptation of social advancement, so...
Here comes a major spoiler: everyone in this novel ends badly. Leonardo and Cecilia turn out to be siblings, as her mother was a slave owned by his father. Leonardo abandons Cecilia, pregnant, to marry a white girl of his own social standing. He never loved her, he never intended anything serious with her. Both he and their father preached "morality in their underwear": refined and honorable on the surface, but shamelessly exploiting their positions of power over socially defenseless women.
Cecilia cries her woes to Pimienta, who stabs Leonardo. She ends up in prison, Pimienta sentenced to death, Leonardo dead, the white fiancée socially and emotionally destroyed, Leonardo's family plunged into scandal and mourning... In short. And all of this happens around this very hill, near this very church.
This tragic and masterful novel is much more than a love story. It is a powerful and scathing critique of the Cuban colonial and slave system, a foundational portrait of Cuban society and national identity, and a literary work of great stature that continues to resonate as a symbol of Cuba's complex history and culture. Its tragic and heartbreaking ending is the inevitable consequence of the corrupt and racist system it denounces. And that is why it has inspired plays, films, and even a zarzuela (Spanish-style operetta).
The Bonus I Didn't Expect: José Martí!
So, it turns out I approach to read this plaque on the church wall and... What's this! It says right here that José Martí, Cuba's National Hero, was baptized in this church!
Like Villaverde, Martí was a writer and journalist, was imprisoned and exiled for his independence cause, and was the organizer of the final war against Spanish colonization in Cuba (the one that succeeded). Villaverde and Martí collaborated in exile, the first an old man, the second a young man. If Cirilo Villaverde is the father of the Cuban novel, Martí is one of the greatest poets, thinkers, and politicians this country has ever produced.
And both share a connection to this site in Old Havana where I now have the immense honor of standing.
Caminando por La Habana Vieja fui a parar, casi por accidente, a un lugar icónico para la cultura cubana. Famoso por darle nombre a la novela cumbre del siglo XIX cubano y una de las más importantes de Latinoamérica, y por una curiosidad relacionada con el Héroe Nacional de Cuba... Que vine a descubrir cuando ya estaba allí 😅. Hoy les hablaré de mi visita a la Loma del Ángel.
Primero: el escritor y prócer de la independencia
La fama de este pequeño pero muy famoso sitio de La Habana se la debemos a este señor:
Don Cirilo Villaverde (1812-1894), el autor de la novela fundacional "Cecilia Valdés o la Loma del Ángel". Nada menos que la novela cumbre del siglo XIX cubano. Pero Villaverde fue más que un escritor: fue un prolífico periodista y luchador por la independencia de su país y la abolición de la esclavitud, un mal que detestaba especialmente.
Para ello, participó en conspiraciones contra el gobierno colonial. En 1848 fue descubierto y encarcelado por su implicación en la Conspiración de la Mina de la Rosa Cubana. En 1849, tras fugarse de prisión (o ser liberado bajo fianza, según versiones... Yo prefiero pensar que se fugó, es más genial), se exilió forzosamente en los Estados Unidos, donde vivió la mayor parte del resto de su vida (principalmente en Nueva York). Desde el exilio siguió colaborando con la libertad de Cuba, aunque jamás lo pudo ver pues murió antes de lograrse. Sus restos se trasladaron de vuelta a Cuba en 1912.
Y a este señor le debemos la novela Cecilia Valdés.
Segundo: la novela
Intentaré resumir esto, pero... Está difícil. Me leí la novela en el pre-universitario y recuerdo un continuo estado de "WTF, Don Cirilo". Pero vale la pena totalmente. La novela es un retrato de la Cuba colonial de 1830. Un retrato de todo lo cruel e injusta que era, de hecho. La protagonista es esta muchacha a la que le hicieron esta preciosura de estatua: Cecilia Valdés. "Valdés" era el apellido habitual que se le daba en Cuba a los huérfanos que eran abandonados en la Casa de Beneficencia, así que ya empezamos mal.
En efecto, Cecilia era una expósita, para colmo mulata, en una era en que Cuba tenía una estricta jerarquía social donde el color de la piel lo determinaba casi todo. Pero hey, al menos era libre, y era bella, muy bella, y lo suficientemente ingenua como para pensar que su belleza sería suficiente como para sacarla de su precaria posición social.
Cecilia se ve en medio de un triángulo amoroso. En la esquina roja, Leonardo Gamboa, un joven blanco de familia encumbrada, que le promete villas y castillas. Un playboy de mucho cuidado que yo no querría que tocara a una hija mía ni con una vara de tumbar guayabas. En la esquina azul, José Dolores Pimienta, un llamado "pardo libre" (de raza negra pero no esclavo), enamorado como un perro de ella. Pimienta hubiera sido la elección madura e inteligente: alguien de su misma clase que le está ofreciendo un amor verdadero. Peeero Leonardo era la tentación de avanzar en la vida y pues.
Aquí viene un spoiler grueso: todo el mundo en esta novela acaba mal. Leonardo y Cecilia resultan ser hermanos, pues la madre de ella fue una esclava del padre de él. Leonardo abandona a Cecilia, embarazada, para casarse con una muchacha blanca, de su mismo nivel. Jamás la amó, jamás pensó tener algo serio con ella. Tanto él como el padre de ambos predicaban "moral en calzoncillos": muy finos y honorables, pero aprovecyando descaradamente sus posiciones de poder sobre mujeres socialmente indefensas.
Cecilia llora sus miserias con Pimienta, que apuñala a Leonardo. Ella acaba presa, Pimienta condenado a muerte, Leonardo muerto, la novia blanca destruida social y emocionalmente, la familia de Leonardo sumida en el escándalo y el duelo... En fin. Y todo esto pasa en los alrededores de esta misma loma, de esta misma iglesia.
Esta trágica y magistral novela es mucho más que una historia de amor. Es una poderosa y demoledora crítica al sistema colonial y esclavista cubano, un retrato fundacional de la sociedad y la identidad nacional, y una obra literaria de gran altura que sigue resonando como símbolo de la compleja historia y cultura de Cuba. Su final trágico y desgarrador es la consecuencia inevitable del sistema corrupto y racista que denuncia. Y es por eso que ha dado pie a obras de teatro, películas y hasta una zarzuela.
El bonus que no esperaba: ¡José Martí!
Pues resulta que me acerco a leer esta tarja en la pared de la iglesia y... ¡Qué es esto! ¡Ahí dice que en esta iglesia bautizaron a Martí, el Héroe Nacional de Cuba!
Al igual que Villaverde, Martí fue escritor y periodista, fue encarcelado y exiliado por su causa independentista y fue el organizador de la última guerra contra la colonización española en Cuba (la que sí funcionó). Villaverde y Martí colaboraron en el exilio, el primero un anciano, el segundo un joven. Si Cirilo Villaverde es el padre de la novela cubana, Martí es uno de los mayores poetas, pensadores y políticos que ha dado este país.
Y ambos tienen en común este sitio de la Habana Vieja donde tengo el inmenso honor de estar.