Quizás existen algunas tendencias o intérpretes que no me gustan tanto y no suelo escucharlos o incluso me generan disgusto. Claro que en alguna fiesta, cuyo propósito sea bailar puedo disfrutar toda la velada, aunque no serían precisamente esas canciones, las que me sentaría a disfrutar en la comodidad de mi casa o mientras trabajo. Lo que deseo resaltar aquí es que la música es completa y definitivamente a gusto del consumidor y que todo es válido.
Además, las canciones se puede adecuar a momentos, actividades particulares, localidades e inclusive a estados de ánimo. Si voy de viaje, por ejemplo, me encanta escuchar música tradicional. Estar en la carretera escuchando algo de música venezolana y ver los colores del amanecer o del atardecer y esos paisajes encantadores de mi país es sencilalmente genial. Seguramente, más de uno tiene esa sensación de libertad o de plenitud mirando el horizonte. En otras ocasiones, puedo escuchar algo más movido para liberar la energía antes de la jornada laboral o cuando debo cambiar de rol o de tema para desarrollar un trabajo.
Otra particularidad es que algunas canciones parecen sonar diferente, de acuerdo con nuestros sentimientos y/o emociones. Así una misma canción puede hacernos sonreír o, por el contrario, ser el motivo aparente para que algunas lágrimas se den a la fuga y recorran nuestras mejillas de manera furtiva, prófugas e indetenibles.
Desde joven la música me ha acompañado en mi recorrido, forma parte de mi esencia, me ayuda a concentrarme o conectarme, drenar y estabilizarme. También bailar o estar en una reunión con amigos cantando aunque no salga tan afinado a veces es gratificante. Les confieso que tener muchos amigos que cantan es una bendición porque de forma imprevista puedes estar inmersa que alguna actividad musical sin previo aviso y sumarte al disfrute.
También disfruto esos mini-conciertos que me doy a mi misma en días en los cuales mis sentimientos y emociones se encuentran en plena batalla, creo que me sanan las heridas y aligeran mis cargas a tal punto, que me llenan de energía para seguir experimentando la vida. Me dibujan la sonrisa que se impone frente al miedo, la apatía o la tristeza. Por eso, definitivamente la música es alimento para el alma.
Hoy, comparto con ustedes un trío de canciones de uno de mis autores urbanos favoritos. Espero que lo disfruten mucho.
Juan Luis Guerra, un cantautor de 65 años de edad nacido en República Dominicana, que ha hecho bailar a muchos y nos ha acompañado en noches románticas, reuniones de amigo, fiestas y seguramente en muchas declaraciones de amor. Sus canciones llegaron a mi vida durante mis estudios de bachillerato y tuve la suerte de verlo en un concierto junto con Rubén Blades y Roberto Blades hace algún tiempo.
"Uno de mis cantautores favoritos”. Fotografías capturada con Smartphone Realme 8, integrada en una composición empleando Microsoft PowerPoint.
La primera canción seleccionada para hoy día de "Three Tunes Tuesday" de #Music (iniciativa de @ablaze) es:
1. Señales de Humo
https://www.youtube.com/watch?v=pNP2--FP3Vw
Te mando señales humo como un fiel Apache, pero no comprendes el truco y se pierde en el aire.
Te mando la punta de un beso que roza la tarde
y un código morse transmite un te quiero en el aire
se pierde en el aire ...
https://www.youtube.com/watch?v=kWgu9AMc1SU
Solo tengo ojos para ti No te das cuenta, no lo has notado Y te quiero más de lo que hoy puedo decir Solo tengo ojos para ti
Solo busco el tiempo para ti
Vaya manía de estar a tu lado
Y lo eterno cabe, en tu minuto enamorado
Solo tengo ojos para ti
...Y aunque el mar pierda una orilla
Y el comienzo su partida
Solo tendré ojos para ti...
https://www.youtube.com/watch?v=wh21tFCmzV0
Te propongo vayamos al cine y besarnos Entre mucha gente, compartir un refresco Los dos en nuestras bocas como un aguardiente; Navegar a tu medida una vez tan solo vida te propongo ...
Y así concluye mi selección de este cantautor, con tres canciones hermosas que son parte de mis favoritas y que las dedico al amor y a las personas que amamos.
English version
Perhaps there are some trends or performers that I don't like so much and I don't usually listen to them or even dislike them. Of course, at a party, whose purpose is to dance I can enjoy the whole evening, although it would not be precisely those songs, which I would sit and enjoy in the comfort of my home or while I work. What I want to emphasize here is that music is completely and definitely to the consumer's taste and that everything is valid.
Moreover, the songs can be adapted to particular moments, activities, locations, and even moods. If I'm traveling, for example, I love to listen to traditional music. Being on the road listening to some Venezuelan music and seeing the colors of the sunrise or sunset and those enchanting landscapes of my country is simply great. Surely, more than one has that feeling of freedom or fullness looking at the horizon. At other times, I can listen to something more upbeat to release energy before the workday or when I have to change roles or topics to develop a job.
Another particularity is that some songs seem to sound different, according to our feelings and/or emotions. Thus, the same song can make us smile or, on the contrary, be the apparent reason for some tears to escape and run down our cheeks in a furtive, fugitive, and unstoppable way.
Since I was young, music has accompanied me in my journey, it is part of my essence, it helps me to concentrate or connect, drain and stabilize myself. Also dancing or being in a meeting with friends singing even if it doesn't come out so in tune sometimes is rewarding. I confess that having many friends who sing is a blessing because unexpectedly you can be immersed in some musical activity without warning and join in the enjoyment.
I also enjoy those mini-concerts that I give myself on days when my feelings and emotions are in full battle, I believe that they heal my wounds and lighten my burdens to such an extent that they fill me with energy to continue experiencing life. They bring a smile to my face in the face of fear, apathy, or sadness. Therefore, music is definitely food for the soul.
Today, I share with you a trio of songs from one of my favorite urban authors. I hope you enjoy it very much.
Juan Luis Guerra, a 65-year-old singer-songwriter born in the Dominican Republic, has made many people dance and has accompanied us on romantic nights, friends' meetings, parties, and surely in many declarations of love. His songs came into my life during my high school studies and I was lucky enough to see him in concert with Ruben Blades and Roberto Blades some time ago. ___ The first song selected for today's "Three Tunes Tuesday from #Music (@ablaze initiative) is:
1. Smoke Signals
https://www.youtube.com/watch?v=pNP2--FP3Vw
I send you smoke signals like a faithful Apache, but you don't understand the trick and it's lost in the air.
I send you the tip of a kiss that grazes the afternoon and a morse code transmits an I love you in the air is lost in the air ...
https://www.youtube.com/watch?v=kWgu9AMc1SU
I only have eyes for you You don't realize it, you haven't noticed it And I love you more than I can say today I only have eyes for you
I'm just looking for time for you What a mania to be by your side And the eternal fits, in your minute in love I only have eyes for you
And even if the sea loses a shore And the beginning of your departure I'll only have eyes for you...
https://www.youtube.com/watch?v=wh21tFCmzV0
I propose we go to the movies and kiss each other In the midst of a crowd, share a soft drink The two of us in our mouths like a brandy; Sail to your measure once so single life I propose...
Translated with www.DeepL.com/Translator (free version)