Hoy, con mucha responsabilidad (que es lo que me caracteriza) debo proclamar que he decidido dejar la soltería, salir del mundo del divorcio y del título recién obtenido de la viudez. Ese título tiene su encanto. Como conocí mujeres gracias a ello. Así mismito es: he decidido lanzarme al charco y con todo. Muchos dirán que estoy loco, que debo ser llevado a terapeutas o, mejor, confinado a algún sitio oscuro de un manicomio. Pero, amigos míos, la felicidad ha llegado y no puedo dejar que ese tren se me escape. Sé de sobra que el matrimonio no es algo muy bien visto. De hecho, yo venía desde hace rato viéndolo como gallina cuando ve sal. Pero los pajaritos cantando canciones de amor que vuelan en mi cabeza, y que no tienen nada que ver con la antigua red del pajarito azul, me dicen que ha llegado mi tiempo y que el amor es algo verdadero. Ahora mi sonrisa es constante, ya la cara larga y arrugada ha partido, y esto lo veo como salud. He sido inyectado con una buena dosis de energía positiva, de un no sé qué, que seguro es el amor, quien tenía rato, mucho rato sin verse por estos lados. Ahora sacaré todo lo que tengo en mis billeteras, incluyendo la de Hive, rasparé las cuentas de los bancos, venderé las prendas de oro y los anillos con diamantes que heredé de mi madre, porque quiero que este acontecimiento sea celebrado por todo lo alto. Me despojaré de todo lo material y me cobijaré con lo espiritual que amerita el caso. Me siento inmensamente feliz y por ello les estoy escribiendo. Me es imposible esconder la sonrisa y las patas de gallina en mis ojos. ¡Cuánta sensación de alegría me inunda! Y he querido compartirla con ustedes. ¡Qué vaina más buena! Cuando vi que en la iniciativa de los cinco minutos la palabra era “Proclamar”, dije: qué mejor momento para manifestar esto que me está pasando. Por eso están leyendo este sentir. Pero debo decirles algo: acaba de llegar la dueña de mi corazón y me ha pedido que le leyera lo que he escrito. En la medida que iba leyendo, me di cuenta de que su rostro iba cambiando de tonalidad, y noté que cada palabra que salía de mi boca la impactaba. Ha quedado sorprendida; no se esperaba un hombre como yo, un hombre sentimental, que no escatima esfuerzo para proclamar el amor, la felicidad, las ganas de amar y de despojarse de todo. Al finalizar mi lectura, la muy desgraciada esa me ha dicho que se va, que no se va a casar con ningún pelabola, que esa vaina no era con ella y que menos se iba a juntar con un descerebrado que escribe tonterías de novelas. La muérgana llegó, agarró sus vainas y se fue. Así es la vida: un momento de alegría y otro de mayor felicidad. Por fin logré deshacerme de la loca esa y ahora sí podré proclamar, con suma sinceridad y alegría, que el amor me cobija. Es que soy una vaina.

Today, with a lot of responsibility (which is what characterizes me), I must proclaim that I have decided to leave singleness, leave the world of divorce, and divest myself of the newly obtained title of widowhood. That title has its charm. How I met women because of that. That's the same way it is: I have decided to throw myself into the puddle and with everything. Many will say that I am crazy, that I should be taken to therapists or, better, confined to some dark place in an insane asylum. But, my friends, happiness has arrived, and I can't let that train get away from me. I know very well that marriage is not something very well seen. In fact, I had been coming for a while, seeing him like a chicken sees salt. But the little birds singing love songs that fly in my head, and that have nothing to do with the old little blue bird network, tell me that my time has come and that love is a true thing. Now my smile is constant, the long and wrinkled face has already departed, and I see this as health. I have been injected with a good dose of positive energy, from a I don't know what, that surely is love, who had a while, a long time without seeing each other around. Now I will take out everything I have in my wallets, including Hive's, scrape the bank accounts, sell the gold garments and diamond rings that I inherited from my mother, because I want this event to be celebrated in style. I will strip myself of everything material and cover myself with the spiritual that the case merits. I feel immensely happy, and that is why I am writing to you. I can't hide the smile and the chicken paws in my eyes. What a feeling of joy floods me! And I wanted to share it with you. What a great thing! When I saw that in the five-minute initiative the word was “Proclaim”, I said: What better time to manifest this that is happening to me. That's why they are reading this feeling. But I have to tell you something: the owner of my heart has just arrived and asked me to read what I have written to her. As I was reading, I noticed that her face was changing its hue, and I noticed that every word that came out of my mouth impacted her. She was surprised; she did not expect a man like me, a sentimental man, who spares no effort to proclaim love, happiness, the desire to love, and to get rid of everything. At the end of my reading, the very unfortunate woman told me that she is leaving, that she is not going to marry any punk, that this pod was not with her, and that she was less going to get together with a brainless man who writes silly novels. The muergana arrived, grabbed her pods, and left. That's the way life is: one moment of joy and another of greater happiness. I finally managed to get rid of that crazy one, and now I will be able to proclaim, with the utmost sincerity and joy, that love shelters me. That's how I am.