Está bien: agarra la silla, quédate con ella. Total, es una simple silla; no tiene magia, no está viva, ni siquiera es eterna. Pero de algo sí te aseguro: no vas a permanecer sentado allí por mucho tiempo. Tendrás que levantarte, y el que se levanta pierde la silla. Por otro lado, jamás fuiste el legítimo. Hace rato se te dijo que nunca se te quiso, que no hacías falta, que no traías beneficio para nadie. Eres la peor expresión de lo que puede ser una persona: excremento expulsado por la vida, no fruto de la naturaleza. Quédate con la silla, gózala; pero más temprano que tarde llegará quien, si la merece, vendrá con ideas frescas, saturadas de energía, y nos guiará hacia un futuro excepcional, con beneficios reales. Y no porque llegue con dádivas ni repartiendo migajas; llegará con la fuerza que necesita cada individuo, para levantarse, ser mejor persona, mejor profesional, con actitud de pertenencia, y así provocar un cambio significativo para todos, distanciando el futuro de esta basura que hemos vivido y que nunca debió pasar. Fue la peor equivocación en siglos, la mentira más desastrosa que nos alcanzó. No será un caudillo ni un mesías: será una persona preparada, una mujer u hombre formado, lleno de saber para compartir; porque solo así se mejora y solo así se evoluciona. Las cosas deben ponerse bien, y por eso vamos a sonreír, a estar felices. Nos quedará una cicatriz que nos recordará que jamás se debe repetir nada parecido. Hemos aprendido que ese sector de miseria no debe volver; no trae beneficio para nadie, salvo para los que se suben a la cúpula y se sientan en la silla. Beneficio para ellos, y eso no puede repetirse. Eso se logrará con buena enseñanza, para que nuestros hijos sepan con exactitud que esa bajeza no es buena, que solo trae miseria y tristeza. Anda: toma la silla, pero ojo, agárrate bien—esa silla se puede quebrar.

It's okay: grab the chair, stay with it. In total, it is a simple chair; it has no magic, it is not alive, and it is not even eternal. However, I can assure you of one thing: you will not stay sitting there for a long time. You will have to get up, and the one who gets up loses the chair. On the other hand, you were never the legitimate one. A while ago, you were told that you were never wanted, that you were not needed, that you did not bring benefit to anyone. You are the worst expression of what a person can be: excrement expelled by life, not the fruit of nature. Take the chair, enjoy it, but sooner or later someone will arrive who, if he deserves it, will come with fresh ideas, saturated with energy, and will guide us towards an exceptional future, with real benefits. And not because it arrives with gifts or distributing crumbs; it will arrive with the strength that each individual needs to get up, be a better person, a better professional, with an attitude of belonging, and thus cause a significant change for everyone, distancing the future from this garbage that we have lived and that should never have happened. It was the worst mistake in centuries, the most disastrous lie that caught up with us. He will not be a caudillo or a messiah; he will be a prepared person, a trained individual, full of knowledge to share, because only in this way can one improve and only in this way can one evolve. Things should get better, and that's why we're going to smile, to be happy. We will be left with a scar that will remind us that nothing like this should ever be repeated. We have learned that this sector of misery should not return; it does not bring benefit to anyone, except for those who climb on the dome and sit in the chair. Benefit to them, and that cannot be repeated. This will be achieved with good teaching, so that our children know exactly that this baseness is not good, that it only brings misery and sadness. Go on: take the chair, but beware, hold on tight—that chair can break.