Una vez me hallo aquí en este mundo sin reglas definidas, en donde aquello que está arriba pasa a estar abajo, y lo de abajo pasa a estar arriba; en que los peces vuelan y los pájaros nadan; en donde así como de repente caminas por bosque pasas de un momento a otro a recorrer el desierto.
Este lugar, al que suelo visitar cada cierto tiempo, busca jugar con mi conciencia para hacerme olvidar de lo que es real, lo verdadero, lo genuino. Aunque a veces suelo darme cuenta de sus mentiras, yo prefiero actuar como si no me diera cuenta de ello. Escojo mil veces abrazar la falsedad por encima de la verdad, nada más por ella, por esa mujer que suele aparecer por momentos fugaces, al igual que un cometa.
Esa mujer de una belleza tan cautivante como hipnotizadora, llega a ser tan idílica que me hace pensar que no es real. Porque una mujer que con su cuerpo desnudo marcado por dos notas musicales en cada uno de sus costados no puede asemejarse a un instrumento musical, por sus encantadoras curvas.
Esta mujer, que a pesar de ser totalmente desconocida para mi me impulsa recorrer todo el mundo entero nada más para poder estar junto a su lado, para deleitarme con su figura y sentir el calor de su cuerpo junto al mío.
Algo que no será posible en esta oportunidad porque todo llega a su fin, un fin que se produce tras un abrupto despertar.
Notas del autor
Es mi primera vez que incursionó en este género, espero que les haya gustado.
Fuente de la imagen
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