Pasé de ser la niña graciosa que cantaba y recitaba en la sala a ser la adulta que solo de abrir la boca arruina la reunión familiar. A veces me gusta, otras me molesta. Me molesta que no me entiendan. Me jode que me hagan a parte por no estar de acuerdo con la mayoría que hacen las demás. Una sola opinión distinta y se vuelvan todas contra mí; se burlan o me insultan, pero jamás salgo ilesa.
Yo me defiendo, pero es en vano. Opto por tirar las armas y refugiarme en mi único lugar seguro. Ese donde nadie me gobierna y donde la rebeldía de mi juventud es más alta que sus cabezas: mi cama. Como escudo mi celular y como espada mi música, que sí me entiende, que no escapa de mí, que siempre está ahí, lista para decirme lo que me gustaría escuchar de alguien. Palabras de amor bonitas, promesas eternas y verdades llenas de magia.
Ahí soy la reina. Ahí me escucho yo. Ya no me importa encajar. Ahora sí estoy tranquila. Me duermo. Sueño.
I went from being the funny little girl who sang and recited poems in the living room to being the adult who only has to open her mouth to ruin the family gathering. Sometimes I like it, other times it bothers me. It bothers me that they don't understand me. It pisses me off that they exclude me for not agreeing with what everyone else is doing. One single different opinion, and they all turn against me; they mock me or insult me, but I never come out unscathed.
I defend myself, but it's in vain. I choose to lay down my weapons and take refuge in my only safe place. The place where no one rules over me and where the rebellion of my youth stands taller than their heads: my bed. My phone is my shield, and my music is my sword—the one that understands me, that doesn't run away from me, that's always there, ready to tell me what I'd like to hear from someone. Beautiful words of love, eternal promises, and truths filled with magic.
There, I am the queen. There, I listen to myself. I no longer care about fitting in. Now, I am truly at peace. I fall asleep. I dream.
Vicky ❤️