"Estamos exigiendo en las calles que se reconozca la voluntad del pueblo expresada en las urnas en la última elección presidencial. Le estamos exigiendo a las Fuerzas Armadas y a los organismos del Estado Venezolano que se pongan del lado del pueblo y de la constitución. Nosotros no perdimos, nosotros ganamos, y lo vamos a reclamar".
Hola, soy el chico de la foto. Espero que todos estén bien. Si no eres venezolano quizá me cueste un poco más explicarte lo que siento, mientras escribo estas palabras la vorágine de sentimientos encontrados va alineada con un montón de historia que en serio me quiero ahorrar en este post.
Esto es en la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, al occidente de Venezuela. Atendiendo al llamado del liderazgo, la ciudadanía decidio salir a las calles para reclamar que se respete la voluntad popular.
Tengo 27 años, crecí y vivo en una dictadura infeliz que a base de dinero, mentiras y manipulación, durante años ha conseguido ganarse el apoyo de factores nacionales e internacionales de poder. Muchos de estos factores de poder le siguen respaldando, otros ya no, y muchos otros solo guardan silencio, porque le es cómodo a sus intereses.
Sé que muchas personas que no son venezolanas, se pueden llegar a cuestionar si realmente vivimos en una dictadura. Claro, después de todo tenemos acceso a servicios como el internet, podemos entrar y salir cuando queramos del país. Por su puesto solo si consigues cumplir con un montón de trámites burocráticos en tu documentación de identidad, y vender tus propiedades para comprar un boleto de avión, o cruzar una trocha sobornando a un funcionario público porque los salarios no sirven para nada y el valor de tu moneda es un chiste. ¡Después de todo eso, claro eres libre!
¿Lograste salir y escapar? Muy bien, ahora despídete de tu gente, de tus amigos y familiares, de tus hijos, de tus padres, de tus hermanos, ¿entiendes a lo que me refiero? Puede que sí, quizá lo hayas vivido, o quizá tienes un amigo venezolano que te ha logrado contar el drama y la desgracia que vivimos aquí dentro. La ausencia de servicios públicos de calidad, los problemas de transporte y vialidad que rayan en lo absurdo e indigno, los altos índices de inseguridad, o el tercer jinete del apocalipsis, el hambre.
Sí, yo he pasado hambre y no me da pena decirlo. No fue mi culpa. Recuerdo como en el año 2017 mi padre tuvo que irse al Colombia a trabajar porque a duras penas el sueldo alcanzaba para vivir y comíamos solo una vez al día. Todo mientras quienes ostentan el poder se rodeaban y se rodean de lujos y un bienestar que el pueblo no se puede permitir. Mientras sostienen un discurso de “guerra económica y sanciones norteamericanas”, ellos son un enclave estratégico para el tráfico de estupefacientes de la mafia transnacional. No defienden un ideal, solo son unos narcotraficantes delincuentes que utilizan el aparato del estado para su propio beneficio.
¿Derecha o izquierda? Sí, soy un anarcocapitalista de derechas. No me avergüenza admitir que repudio la izquierda y que me parecen que las políticas de izquierda son asquerosas y vomitivas, y que sus seguidores y promotores igual. También pienso que el estado no debería existir. Pero sabes… eso no es por lo que estamos luchando los venezolanos en estos momentos. Lo que nos estamos jugando en las calles es muy sencillo, dictadura vs democracia, libertad vs control y totalitarismo. Por eso estamos en las calles denunciando el robo descarado y malandro que nos hicieron.
Cuartel Libertador. La ciudadanía le exige a los efectivos del ejército que no disparen al pueblo y que se pongan del lado de país y su bienestar.
Cada compatriota tiene una forma de ver el mundo, de pensar, de creer, de eso se trata la democracia. Pero esta no es una lucha ideológica, es una lucha por recuperar la patria que nos robaron los que a todo rato hablan de defenderla. Se defienden a ellos mientras el pueblo padece, mientras los ciudadanos decentes son asesinados, heridos, apresados y desaparecidos por pensar diferente y por querer un país mejor.
Después de mucho tiempo, no había sentido como ahora que estamos tan cerca de recuperar nuestra libertad, y no es una intuición, tampoco es la fe, con mucho respeto, yo no creo en esas cosas. Es la alineación de fuerzas que hay en estos momentos para darle la estocada final a la dictadura. Así que si eres venezolano, ¿qué pensabas?, ¿no pensaste que esto era una posibilidad? Seca tus lágrimas y levántate hermano, que aún queda por luchar. Hay que luchar para arrebatarle el poder a los tiranos y así construir el país que por años llevamos anhelando.
Si no eres venezolano, te pido por favor, que tengas un poco empatía. Es un momento muy difícil para todos nosotros. Apóyanos, apoya nuestro anhelo de libertad. Necesitamos sentir que el mundo está allí, observando lo que nos pasa en estas horas difíciles. No nos dejes solos. Tu ayuda es importante para nosotros.
Nosotros no perdimos, nosotros ganamos, y lo vamos a reclamar.
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