Almas Sudoríparas. [Esp/Eng].

--- Para ti preciosa. Este ejercicio es la aventura que provocó el comentario de alguien que dijo que sudó leyendo el poema. Desde ese momento, tengo entre ceja y ceja el recuerdo palpitante de mi padre, cuando pasaba una mujer que le hacía despertar los deseos. Él les pedía: "Quiero unir tu sudor con mi sudor", así, con la mejor de las intenciones. Esa noche la recuerdo por tu incesante sudor. Subí a la cima de la abrupta montaña de tus jadeantes suspiros. Tu boca era una borrasca de besos que supe escalar hasta tu intrincada y dominante altura. Trepé los altos riscos para jinetear tus ariscos bríos que expulsaban un torrente de sudor. El tiempo se perdió. El dominio de la oscuridad más lúcida de mi existencia me llevó a tus cabellos auríferos. Tus piernas de venada en galope no pararon de saltar por la inmensa montaña donde estuvimos solos. Los arreboles ensangrentados de la tarde se fugaron con la distancia para dejarme en lo alto de la ola del mar de tu piel de ámbar, sudando tus torrentes aguas saladas. Así me voy a bañar con tu sudor. --- --- Tiendo mi brazo sobre tus densas piernas bravías. Mi mano helada tienta en las tinieblas sobre el efluvio del delicioso sudor. Tengo sed; me sacio con todo el vino santo que me brindas en la copa de tus poros. Busco las estrellas para mirar tus ojos verdes, mientras la montaña afuera esconde los ojos detrás de las ventanas, y el viento, como las olas del mar, se lleva los gemidos a cada risco. --- --- Aquí estoy, alegre y aventurándome en tus sales de pozos fogosos. Entras, batiendo como una ola en el aire. Me siento muy considerado con mi pluma de seda húmeda. Y cuando trato de recuperar la respiración, como una onza, embistes hacia adentro. Es irresistible el sabor que tengo en la garganta; quiero beber tu sudor en su pureza salvaje. Percibes que es verdad, que ahí está, ensabanado tu sudor en la mar de tu alma. --- --- Tus delicados dedos sudorosos se abrazan a mi sudorosa espalda. La noche se acurruca, te pliegas para entrar en la cueva de mi olfato, en una apretura jovial de tu vientre salado. Presionas con tus embestidas tu torso contra mi pecho, y la desafiante ola me sumergió en la profundidad ambarina del sudor, en las entrañas del cofre de tu ser, donde marmullen sinfónicamente la luz y la eternidad de nuestro abrazo. --- Gracias por leer el post de mis sudorosos recuerdos. --- Boa Vista, 27 de agosto de 2025, Brasil. --- --- For you, my darling. This poem prompted someone to comment that they sweated while reading it. From that moment on, I have had a vivid memory of my father in my mind's eye whenever a woman passed by who aroused his desires. He would ask them: 'I want to unite your sweat with my sweat,' and he meant it. I remember that night because of your incessant sweating. I climbed to the top of the steep mountain of your panting sighs. Your mouth was a storm of kisses, and I knew how to climb to your intricate, dominant heights. I scaled the high cliffs to ride your unruly spirits, which expelled a torrent of sweat. Time was lost. The most lucid darkness of my existence led me to your golden hair. Your galloping legs did not stop jumping across the immense mountain where we were alone. The bloody sunsets of the afternoon faded into the distance, leaving me atop the waves of your amber skin, bathed in your salty sweat. I bathe in your sweat. --- --- I stretch my arm over your dense, wild legs. In the darkness, my icy hand is tempted by the scent of your delicious sweat. Thirsty, I quench myself with the holy wine you offer me through your pores. Searching for the stars, I look into your green eyes. Outside, the mountain hides its eyes behind the windows and the wind carries moans to every cliff like the waves of the sea. --- --- Here I am, full of joy as I venture into your fiery salt wells. You enter, crashing like a wave through the air. I am very careful with my damp silk feather. When I try to catch my breath, you rush in like an ounce. The taste in my throat is irresistible; I long to drink your sweat in all its wild purity. You sense it is true; your sweat is foaming in the sea of your soul. --- --- Your delicate, sweaty fingers cling to my back, which is also sweaty. The night curls up as you fold yourself into the cave of my sense of smell with a joyful squeeze of your salty belly. You press your torso against my chest with each thrust, and the defiant wave submerges me in the amber depths of sweat, in the depths of your being, where the light and eternity of our embrace rumbles symphonically. --- Thank you for reading my post about sweaty memories. --- Boa Vista, 27 de agosto de 2025, Brasil.