Hi, girls!
@irenenavarroart invites us to this week's community contest #255 with two excellent questions. I really like these topics that make us dream...not just think, above all, they make us dream.
That's why I dream that I've earned enough money to buy a house. The house of my dreams. At the moment, practical and logical thinking tells me that the ideal decision for me and my family is to buy the most expensive, smallest house, ideal for a family like mine and ready to live in as soon as I move in.
With two young children and an emerging career as a writer, in addition to all the housework, this is undoubtedly the ideal house for everyone. But it's not my dream house. My dream houses have always been those old mansions. Those houses that are over a hundred years old and come with their own collection of urban legends and a family of ghosts. I'm a writer, so you can imagine how happy I would be to live in one of those houses. Also, as an artist, repairing and redoing it to my liking would be another dream come true.
It's true that my husband would mostly be responsible for the repairs. Frank is good at it. He likes it, too. And if not, we'd hire people to help us with things we can't do ourselves. The house costs less, but in my opinion, it's worth more. The history and the culture that exist in all those old-fashioned mansions are worth a lot.
These are houses like those that are no longer built and, therefore, are worth more. And, since I'm a practical woman, as I've already told you, no one denies that, once the house is repaired and ready to live in, I can't sell it for a higher price and make a profit. I won't be the first to do so. However, that's just an option. The dream is to live there and for it to become the family home. For future generations to be born and raised in that immense house. That's the dream, and dreams are meant to be fulfilled, don't you think?
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¡Hola, chicas!
@irenenavarroart nos convoca al concurso de la comunidad de esta semana #255 con dos excelentes preguntas. Me gustan mucho estos temas que nos hacen soñar…no solo pensar, sobre todo nos hace soñar.
Por eso sueño que me gané el dinero suficiente para comprarme la casa. La casa de mis sueños. Al momento, el pensamiento práctico y lógico me dice que la decisión ideal para mí y mi familia es comprar la casa más cara, más pequeña, ideal para una familia como la mía y lista para vivir desde que me mude.
Teniendo dos hijos pequeños y una carrera emergente como escritora, además de todas las labores hogareñas, esa es sin dudas, la casa ideal para todos. Pero no es la casa de mis sueños. La casa de mis sueños siempre han sido aquellas casonas antiguas. Esas casas de más de cien años y que vienen con su propia colección de leyendas urbanas y familia de fantasmas incluida. Soy escritora, así que pueden hacerse la idea de lo feliz que me haría vivir en una casa de esas. También, como artista, repararla y rehacerla a mi gusto, sería otro sueño a realizar.
Cierto es que las reparaciones irían mayoritariamente por parte de mi esposo. Frank es bueno para eso. Le gusta, además. Y si no, pues contrataríamos a personas que nos ayuden en lo que no podemos hacer nosotros mismos. Cuesta menos la casa, pero a mi entender, vale más. Vale mucho la historia, la cultura que existen en todas esas casonas de antes.
Son casas como las que ya no se construyen y, por tanto, valen más. Y, como soy una mujer práctica, como ya les dije, nadie niega que, una vez reparada la casa y lista para vivir, no pueda venderla más cara y sacarle alguna ganancia. No seré la primera en hacerlo. No obstante, eso es solo una opción. El sueño es vivirla y que se convierta en la casa familiar. Que generaciones posteriores nazcan y crezcan en esa casa inmensa. Es el sueño y los sueños están para cumplirse, ¿no creen?