Agosto, aprendizaje y responsabilidad a la hora de tomar decisiones

Agosto de descanso, de vacaciones, de relax, pero para mí, es agosto de trabajo, pues tengo que hacerle de chofer a mis hijos para llevarlos a cada uno de los cursos en los que se inscribieron, no me quejo, aplaudo el hecho de que se mantengan ocupados y que aprendan algo nuevo cada día, más aplaudo la decisión que tomaron de ocuparse en vez de descansar de las clases y el trabajo. Las decisiones son actos mentales, en el cual la persona debe decidir o tomar una elección después de pensar diferentes posibilidades, este proceso cognitivo y netamente importante, tiene una gran complejidad, debido a que se debe evaluar la información, la aprobación de opciones y como estas nos benefician o perjudican a corto o largo plazo.  Todo comienza con algo tan simple, por ejemplo, decidir en las mañanas que ropa nos vamos a poner para salir, este simple hecho puede definir nuestro día, pero, cuando las decisiones son complejas requieren de múltiples variables e incertidumbre, nadie se escapa de la falta de certeza o seguridad, estas vienen arrastrando emociones intensas. A diferencia de una decisión normal, cosa que aprendí ayer con el curso de mi nuera, una decisión compleja requiere de un nivel de análisis profundo y de juicios cuidadosos, porque no se trata de elegir entre dos opciones que son claras a la vista, sino más bien de poner las diferentes alternativas, las consecuencias e inclusive los riesgos de los dos actos, cada decisión tomada involucra no solo las emociones de las personas sino también cuestiones financieras, aspectos sociales y éticos, se lo explico como lo hizo mi nuera cuando me involucre, cosa que no pensé antes de intervenir en un curso cerrado al público, mi segundo hijo ingreso hace cinco años a la carrera de informática, en el segundo semestre estaba decidido a cambiarse a la carrera de agroalimentación, antes de hacer el cambio, evaluó sus habilidades y lo que le apasionaba, comprendió que por más que sus amigos lo alentaran, no se veía trabajando la tierra, la situación financiera no se lo permitía, cada decisión que tomamos nos genera ansiedad cosa que aprendió mi hijo, cosa que ahora yo estoy aprendiendo porque en ese momento no me puse en su situación, no supe cómo responder ante lo que estaba pasando, es de esos momentos cuando no hay respuestas acertadas o erradas, él analizó y decidió seguir la carrera de informática. Si la toma de decisiones es abrumadora, imagínense cuando hay dos, imagínense la complejidad de los casos, ante esto, debemos tener claridad, evaluar lo que es más importante; hacer listas visuales ayuda a ver mejor las cosas, aunque a veces los amigos ofrecen perspectivas valiosas, debeos considerar que la última palabra la tenemos nosotros, está más que bien reconocer que la familia es un apoyo valioso, pero nosotros somos responsables de nuestros actos. ¿Qué estoy aprendiendo en este mes que apenas inicia? Cada decisión que tomamos influye en los aspecto de nuestras vidas, antes de tomar una decisión y mas si es compleja debemos analizar la situación y tener un juicio crítico, sin importar los problemas la familia siempre va hacer un apoyo; aprendí que hay que valorar la complejidad y mas cuando se trata de elegir, respetamos el proceso y el tiempo, sobre todo lo expuesto reconozco que cada decisión es una oportunidad para crecer, para aprender, aún en instantes que parecen solo rutina o trabajo cotidiano.