La Calma Después De La Tormenta

La vida es un viaje, no una carrera, cuyo camino suele tener altos y bajos, no siempre la carretera va a hacer linda, a menudo nos encontraremos con caminos pedregosos, la tormenta frenará nuestro paso, serán días en los cuales pensaremos que todo está perdido, y cuando menos lo pensemos, llegará la calma, he de decir que en momentos de adversidades, es cuando las nubes más oscuras han de engalanarse, cubriendo el horizonte, mojando de manera torrencial nuestro espacio, la esperanza se pierde muy fácil y más cuando pensamos que el sol no va a salir, en momentos difíciles, a pesar de que la desesperación nos embarga no debemos perder la calma, la tempestad siempre va a venir, pero recordemos que nunca tiene estadía fija. Es fácil perder la #esperanza y sentir que nunca volverá a brillar el sol; sin embargo, es precisamente en esos momentos difíciles cuando debemos recordar que después de cada tormenta, siempre llega la calma. Nadie dijo que la vida fuera fácil, de serlo seria aburridísima, las tormentas son esas dificultades con las que nos topamos, pueda que sean problemas de salud o personales, crisis financieras conflictos laborales u otros, las tormentas suelen ser devastadoras, pero se presentan como oportunidades para crecer y aprender, dolerán como deba, pero de cada uno de nosotros dependerá, la fuerza y la capacidad para afrontarnos a ella, la fe y el propósito que tengamos para salir adelante, siempre aprendiendo, siendo pacientes y colocándole todo el atrevimiento del mundo.  En momentos tormentosos, es normal sentir miedo, es un sentimiento que nos enseñan de pequeños, entendamos que es una sensación temporal, seamos firmes, las cosas al final del día siempre mejoran, comprendamos que Dios, el universo o cualquier ente o fuerza superior creadora, está con nosotros en cada paso que damos en este camino por la vida, estas creencias para quienes tienen costumbres arraigadas como en el caso de mi familia, que sirvan de faro, que sea esa luz en medio de la tormenta, como solía preguntarle a mamá cuando estaba pequeño: — De donde sacas tanta fuerza de voluntad, si la situación está difícil. Siempre me responde lo mismo, porque nunca dejo de hacer la misma pregunta: — ¡La fe me da fuerzas para seguir adelante, a pesar de que las circunstancias parecen insuperables! Nunca estamos solos, aunque así lo parezca, siempre hay alguien que nos acompaña, nos apoya o nos motiva para seguir adelante, no olvidemos que, en los momentos más oscuros, en las situaciones más difíciles, podemos encontrar consuelo en la oración, la meditación o simplemente conectando con seres queridos o estando en un lugar de agrado. > >Personas o actos simples pueden ser nuestro salvavidas en tiempos de crisis. No está de más reconocer, que después de una tormenta lo que continúa no va a ser perfecto, la vida es vida, por eso siempre tendrá sus altos y bajos, no obstante, nunca olvidemos que cada vez que superamos una dificultad nos volvemos más fuertes y más sabios; valoremos los momentos de calma y apreciemos la luz del sol cuando finalmente aparece, seamos agradecidos por lo que tenemos y porque estamos vivos. #Resiliencia, siempre trato esta palabra, pero es que es la única cualidad que poseemos todos en común, pocos la conocen, muchos han hecho uso de ella sin saber de qué se trata, pero, puedo decir que es la única capacidad que tenemos para adaptarnos a cualquier situación y recuperarnos de las adversidades, cultivar la resiliencia es desarrollar una mentalidad positiva y aprender a enfrentar desafíos con determinación y coraje, no es ignorar el dolor, mucho menos las dificultades, los obstáculos o las adversidades, es saber reconocerlas y seguir adelante a pesar de que ellas quieran dejarnos detenidos a mitad del camino. Cada tempestad en nuestras vidas tiene un propósito y, aunque muchos no lo piensen o pocos lo crean, las dificultades nos empujan a reevaluar nuestras prioridades y a descubrir qué es lo que más importa en nuestras vidas, a empujones nos sacan de nuestra zona de confort, una vez fuera de ella, nuestra capacidad como seres humanos, como seres pensantes, hace que evaluemos, y si las soluciones que ya estaban no funcionan, buscamos nuevas soluciones. La calma trae consigo la oportunidad de hacernos reflexionar, adquirimos nuevos conocimientos, nuevas experiencias, nuevos aprendizajes, nos enseña que lo vivido en algún momento tenía que pasar, ahora hay que establecer nuevos objetivos y volver a soñar en grande, cuando el sol brilla vemos con claridad todo lo que no podíamos ver en momentos de tormenta. Nunca perdamos la fe, no desistamos ante las adversidades, las tormentas son temporales, siempre volverá a brillar el sol, después de la tormenta siempre llega la calma.