Más allá del Enojo, Vistazos del Estrés Diario

Me fio del hecho de que cada vez que publico, alguien que convive conmigo en casa siempre se toma el momento de leerme, no tiene cuenta en #hive y por su ocupada vida, no le interesa para nada escribir, pero sé que por naturaleza se deja llevar por una emoción, la cual últimamente tiene el papel protagónico en su vida, en estos días donde su estrés ha subido más de la cuenta el choque es dominador. Todos hemos estado bajo la influencia, entre comillas, muy mala influencia de “estresarnos”, esta respuesta que adopta el cuerpo para batallar con situaciones desafiantes o amenazantes, tiende a provocar, conflictos, el estrés es malo para la salud y más si se está batallando con problemas de tiroides, pues al estar estresados se liberan en grandes cantidades hormonas como la adrenalina y el cortisol, este último se apodera de nuestra energía, estresados nuestro cuerpo se encuentra alerta para reaccionar de manera rápida ante cualquier situación, cuando hablo de reaccionar, me refiero a luchar o huir, respuestas que por donde lo veas no son positivas, pocas personas entienden que niveles grandes de estrés pueden manifestarse como un enojo incomprensible e incontrolable. Esta personita tiene diabetes, ya para nosotros es normal escucharle responder que su enojo se debe a la diabetes, pero a veces no es la diabetes, sino el estrés, son horas de trabajar en atención al público y reconocer que, el cliente siempre tiene la razón aunque no la tenga, es de estar ejecutando un trabajo agotador, y cuando se llega a casa, no es a descansar sino a seguir trabajando, pues la gran parte del tiempo el trabajo de atención al cliente y de recursos humanos para poder adelantarlo y que no se acumule, se lleva a casa, pero en casa se acumula con el quehacer del hogar, y en automático aflora el enojo.  El enojo sirve como un mecanismo de defensa, sirve para liberar la tensión que se acumula, ejerce papel de estimulador, por ende, ayuda a abordar los problemas, es así: cuando estamos en el trabajo y nos sentimos frustrados porque no nos dan el reconocimiento debido, el enojo sirve como combustible para motivarnos a buscar nuevas oportunidades, o discutir nuestro desempeño laboral. El enojo establece límites, bueno, no el enojo pero, si nosotros cuando estamos enojados, no obstante, al ser descontrolado puede ser perjudicial para las relaciones personales y profesionales, pues muchas veces nos dejamos llevar por los gritos y los impulsos, el estrés más el enojo es una combinación negativa y perjudicial para la salud cardiovascular, digestiva y otras. La frustración y la irritación se vuelven círculos viciosos, una persona estresada sin importar el motor o lo que causa su estrés, al sumarle el estrés es probable que reaccione de forma negativa ante cualquier situación, esta forma de afrontar la vida genera aún más incomodidad, un mínimo #enojo, se vuelve una rabieta capaz de provocar un aumento de las frecuencias cardiacas y posterior a esto un infarto o un accidente cerebro vascular. Por otro lado, al parecer estos dos enemigos, en realidad pueden ser aliados, siempre y cuando aprendamos a gestionarlos, el estrés es señal de falta de atención, el enojo es el impulso para colocarle límites a las cosas e ir visualizando posibles soluciones, al estar enojados y sabiendo controlarlo aprendemos a gestionar nuestras emociones, y evitamos herir a los demás. Si no lo sabían o si lo han experimentado, reprimir el enojo por estrés evita problemas a futuro, no obstante, el malestar se acumula y las enfermedades psicosomáticas afloran; aprendemos, y más después que estamos viejos, esta dupla cuando se juntan es para alertarnos que debemos cuidar nuestra salud física y mental, no dejemos de sentir pero, aprendamos a cuidarnos cada día un poco más.