Si hay un lugar en Holguín que me roba suspiros cada vez que paso frente a él, ese es el Hotel Saratoga. No importa si voy con prisa o con calma, siempre termino levantando la vista para admirar su fachada, que de noche se viste de un brillo especial. La luz resalta cada detalle de sus balcones, de sus ventanas altas y de ese aire elegante que guarda con orgullo desde hace más de un siglo.

El otro día me llevé la cámara (bueno, mi móvil, que al final es lo mismo para quienes amamos capturar momentos) y aproveché la noche para hacerle unas fotos. Me gusta cómo se ve iluminado, casi como si quisiera contar historias en silencio. Cada ángulo tiene algo distinto: desde la esquina imponente hasta las pequeñas lámparas que parecen susurrar anécdotas del pasado. Y es que en este edificio, créanme, hay mucha vida guardada en sus paredes.

Para que se hagan una idea, encontré también una imagen antigua del Saratoga, de cuando todavía era la famosa ferretería La Llave en 1917. ¡Imaginen eso! Lo que hoy es un hotel moderno y mi sitio preferido para tomar café, antes era un hervidero de tornillos, herramientas y hierros. Más tarde, en 1937, el segundo piso se convirtió en hotel y por allí pasaron personalidades que dejaron su huella: desde Celina González y Reutilio, hasta Los Zafiros o incluso la soprano española Victoria de los Ángeles. Fuente

Hoy, después de haber estado casi en ruinas, el Saratoga renació. Y no solo como hotel, sino también como un espacio donde uno puede sentarse, pedir un café y dejar que la vida pase tranquila mientras el bullicio de la ciudad queda afuera. Ese es, sin duda, mi plan favorito: un café caliente en la mano, la vista hacia el parque Calixto García y la sensación de que el tiempo aquí camina distinto, más lento y más amable.

El Hotel Saratoga no es solo un edificio bonito ni una obra de restauración bien lograda. Es parte de la memoria de Holguín, un pedacito de historia que sigue respirando en pleno centro de la ciudad. Y yo, cada vez que me siento en una de sus mesas, me convenzo de que no pude elegir mejor rincón para regalarme momentos de paz.

English Version

If there’s one place in Holguín that steals my breath every time I walk past it, it’s the Hotel Saratoga. It doesn’t matter if I’m in a rush or strolling calmly, I always end up looking up to admire its façade, which at night dresses itself in a special glow. The lights highlight every detail of its balconies, its tall windows, and that elegant air it has proudly carried for more than a century.

The other night I took my camera (well, my phone, which for those of us who love capturing moments is basically the same) and I couldn’t resist photographing it. I love how it looks illuminated, almost as if it wanted to tell silent stories. Every angle has something unique: from its imposing corner to the small lamps that seem to whisper anecdotes from the past. And believe me, this building has a lot of life stored within its walls.

To give you an idea, I also found an old image of the Saratoga, back when it was the famous La Llave hardware store in 1917. Can you imagine that? What today is a modern hotel and my favorite place to enjoy coffee was once filled with screws, tools, and iron. Later, in 1937, the second floor became a hotel, and many well-known personalities left their mark there: from Celina González and Reutilio, to Los Zafiros, and even the Spanish soprano Victoria de los Ángeles. Source

Today, after being almost in ruins, the Saratoga has been reborn. And not only as a hotel, but also as a space where you can sit, order a coffee, and let life flow peacefully while the city’s bustle remains outside. That’s undoubtedly my favorite plan: a hot coffee in hand, a view of Calixto García Park, and the feeling that time here walks differently, slower and kinder.

Hotel Saratoga isn’t just a beautiful building or a well-executed restoration project. It’s part of Holguín’s memory, a piece of history that still breathes right in the heart of the city. And every time I sit at one of its tables, I’m convinced I couldn’t have chosen a better spot to gift myself moments of peace.

Source

The cover was made on Canva.
All the photos are taken and edited by me on Snapseed.
English is not my native language, I apologize if you find any mistakes in the translation.
Translated with DeepL.com (free version)

Hotel Saratoga: un viaje en el tiempo [ESP-ENG]

English Version