El lunes, justo antes de salir del hospital, ya con todas las instrucciones dadas por el paso inminente del huracán Melissa, sentí el deseo irresistible de tomarme otro café. Había probado uno rápido en la nueva cafetería del hospital, pero me quedé con antojo de un buen expreso, de esos que despiertan el alma.

Así que caminé un poco y llegué a El Rápido, una pequeña cafetería que ya desde fuera tenía algo especial. Y vaya sorpresa me llevé al entrar: ¡todo estaba decorado de Halloween! Entre calabazas tenebrosas colgando del techo y un ambiente naranja brillante, los trabajadores lucían sombreros de bruja que me sacaron una sonrisa. Me quedé con las ganas de ponerme uno para la foto, pero igual disfruté el ambiente como una niña en víspera de fiesta.

Lo que más me impactó fue el enorme animatrónico que tenían en la esquina. Parecía un espantapájaros salido de una pesadilla, con una sonrisa diabólica, ojos encendidos en rojo y una voz grave que resonaba por toda la cafetería. Se movía de un lado a otro con lentitud, como si vigilara a todos los que entrábamos. No pude resistirme y me tomé una foto a su lado, entre el susto y la risa.

La calabaza malvada del mostrador también me encantó, igual que las telarañas falsas en las esquinas que le daban un toque perfecto al lugar. Era como un pedacito de Halloween que no esperaba encontrar, sobre todo sabiendo que mis planes de salir disfrazada el viernes 31 se habían cancelado por completo.

Pedí mi expreso con ilusión, pero lamentablemente no fue el mejor —uno de los peores que he probado, para ser sincera—. Aun así, el ambiente lo compensó todo. Entre risas, decoraciones y ese espíritu festivo que se colaba en el aire, me llevé mi pequeño momento Halloween antes de que llegara la tormenta.

Y mientras el viento comenzaba a soplar más fuerte afuera, pensé que, a veces, incluso en medio de los días grises, la vida nos regala instantes así: breves, inesperados y llenos de color.

English Version

On Monday, just before leaving the hospital, after receiving all the instructions for Hurricane Melissa’s arrival, I had an irresistible craving for another coffee. I’d already had one at the new hospital café, but I was still longing for a real espresso, the kind that wakes up your soul.

So I walked a bit and ended up at El Rápido, a small café that looked interesting from the outside. And what a surprise when I went in: it was all decorated for Halloween! Between spooky pumpkins hanging from the ceiling and bright orange walls, the staff wore witch hats that made me smile. I really wanted to try one on for a picture, but I didn’t; still, I enjoyed the atmosphere like a kid before a party.

What caught my attention the most was the giant animatronic in the corner. It looked like a scarecrow straight out of a nightmare, with a devilish grin, glowing red eyes, and a deep, eerie voice echoing through the café. It moved slowly from side to side, as if watching everyone who came in. Of course, I couldn’t resist taking a photo with it, half scared and half amused.

I also loved the wicked pumpkin on the counter and the fake cobwebs in the corners that tied everything together perfectly. It felt like a little piece of Halloween I hadn’t expected to find, especially since my plan to go out in costume on Friday the 31st had been completely canceled.

I ordered my espresso with high hopes, but unfortunately, it wasn’t good at all, one of the worst I’ve ever had. Still, the atmosphere made up for it. Between the laughter, the decorations, and that festive spirit floating in the air, I got to have my little Halloween moment before the storm.

And as the wind started to blow stronger outside, I thought that sometimes, even in the middle of gray days, life still finds a way to gift us moments like this: brief, unexpected, and full of color.

Source

The cover was made on Canva.
All the photos are taken and edited by me on Snapseed.
English is not my native language, I apologize if you find any mistakes in the translation.
Translated with DeepL.com (free version)

Un Halloween express [ESP-ENG]

English Version