
Una tarde cálida de agosto decidí detenerme un momento en el camino y capturar esta escena. El azul infinito del cielo y el mar se fundían en un mismo horizonte, mientras el asfalto marcaba la ruta hacia lo desconocido. A veces, la belleza está justo ahí, en medio de un viaje cualquiera, esperando a que levantemos la mirada y la inmortalicemos en una fotografía. 📸🌊🚗