Maracay, la ciudad donde vivo, se conoce como la ciudad jardín de Venezuela. Abundan por doquier flores y árboles diversos, ornamentales, madereros y frutales.
En esta oportunidad les dejo mi visión de un Apamate. El Apamate es una especie que se encuentra en diferentes países, desde el sur de México hasta Colombia. Es un árbol de gran porte, puede alcanzar hasta treinta metros de altura.
La floración es todo un espectáculo visual, se da entre los meses de marzo y abril, dura poco tiempo, entre unos diez y veinte días. A medida que se caen las flores nuestras calles y aceras se visten de una alfombra rosada, blanca o lila, según sea la especie. Los niños se divierten apilando montañas de pétalos.
Los Maracayeros esperamos con ansia la llegada de la floración del Apamate, nos alivia los rigores de nuestro período de sequía. En el verano, la ciudad se marchita, los verdes dan paso a los ocres, se desatan los incendios de vegetación. Entonces, el apamate con su colorida vestimenta se decide a alegrarnos los ojos y levantarnos el espíritu.
Es un privilegio vivir en una ciudad como la nuestra donde la naturaleza se empeña, a pesar de nuestros maltratos, en mantenerse espléndida y generosa.
Hasta una próxima entrega. Gracias.
