"Aquelarave.com:
Disfruta de una experiencia única, para ti… porque te lo mereces… transgresión… sodomía… orgías.
Anónimo… Sin registro… Solo compra Ungubel
—Curiosa y ciertamente excitada…
Valoraciones: 5 estrellas. Lo recomiendo —dice ésta—. El mejor polvo de mi vida —dice esta otra.
Solo 6,66€. Envío gratuito…".
«¡Comprar! Comprar».
—¡Ya estoy aquí!
—Te han traído un paquete. Está en tu habitación.
—Gracias mama…
Sobre la mesita una pequeña cajita. En un plis plas, el escaso contenido desparramado.
«Parecía más grande en la foto —sosteniendo un diminuto botecito, como los de las muestras publicitarias de perfume—. Un papelito…»
"… Instrucciones de uso:
— Desnudarse por completo.
— Aplicar Ungubel bajo los senos y bajo las nalgas.
— Pronunciar en voz alta: ¡Abraxa!
Por obra del gran deshacedor serás transportada al aquelarre más cercano.
No contiene aceite de palma…".
—¿Qué haces tan callada? —«¡Mama!». El papelito a la papelera. La pelotita de papel chocó contra un muro de variada basura y graciosamente, en dos saltitos, fue a parar al suelo.
—¡Nada! Estudiar…
—Ya…
»Hija eres un poco bastante guarra. ¡La papelera no se vacía sola! —Visto y no visto, la papelera vacía y sus derredores impolutos, como solo una madre sabe hacer.
»Me voy a comprar. Para que no te distraigas del estudio, ya bajo yo la basura…
Se desnudó —tras cerciorase de que la puerta de la calle se había cerrado tras su madre— rápidamente, la ropa toda tirada por el suelo. Se aplico el ungüento bajo sus incipientes pechos y bajo sus más que incipientes posaderas y…
—«¿Cómo era eso?»… Ax… Axa… ¡Satán! —Cerró los ojos, esperó, y los volvió a abrir. Nada pasó. «Hace frío aquí. Debería ducharme»…
—¡No! —una voz masculina, grave, severa—¿Otra vez? ¡No!
»Haber si adivino, te has untado un potingue por el cuerpo y has dicho: ¡Satán!
—¿Sí, quién eres tú?
—¡Nada de nombres! Los nombres son muy poderosos.
»Cómo se lo explico a una necia…
»Soy como un funcionario, llevo el registro…el registro de almas.
—Eres… ¿el portero de la orgía?
—¿Orgía? Cabecitas locas…
»Me complace informarte de que acabas de ofrecer tu alma al diablo.
—¿Alma? ¡Yo voy de orgía!
—Revisemos tu expediente…
»Malas noticias para ti, pero muy buenas para mi: Tu alma inmortal ya nos pertenece.
»Archivaré este nimio incidente como "desestimado" y listo…
—¿Al infierno? ¡Yo no quiero! —entre sollozos.
—No me hagas pucheros…
»A ver, aquí pone que eres católica. Los católicos os salváis mediante la fe y la oración.
»Echemos unas cuentas…
»Niña, no te salvas ¡ni de monja!
—Y mi orgía… ¡Quiero mi orgía!
—Di la palabra correcta.
—Pues eso, esa palabra que es…
—Esos temas no los lleva mi departamento.
»Te aconsejo que te pongas en comunicación con "Atención al Cliente".
—Es coña, ¿No?
—O… más fácil… ¡Pregúntale a tu madre! Ella sabe… ¡Sí! ¡Si que sabe!
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