

No tener ganas de hacer nada, tener sueño, saber que aun quedan muchas cosas por hacer… estar perdido de todo, no aparecer en ninguna parte, ser más que un elemento de la sociedad, es ser un sujeto de la mediocre vida, del rápido paso del tiempo. Soy algo sobre piernas, camino todos los días en un mundo que no valora nada, y mis principios no me dejan vivir esa vida, tentación hacia la corrupción, hacia lo más perverso, “donde me pierdo” como dice mi novia, donde me pierdo… Quiero hacer cosas, pero las hago para mí, a veces las hago para no sentirme menos, esa validación externa debe desaparecer, esas ansias de reconocimiento y de imponer deben diluirse, me siento en el sillón y no tengo ganas de nada, solo de pensar en que la energía mental se me fue y solo me queda el movimiento inútil, pero hipnótico del balancín... un camino viejo me llevará a cualquier lugar... que importa.

El texto y las imágenes son de mi autoría.