Susurros de un manicomio Parte 3: El ángel y el demonio

@jcaguila · 2025-09-08 13:42 · Literatos

Doctor, ¿y si todos esos relatos de los pacientes fuesen verdad? Pascal miró a la enfermera de guardia de reojo. Sí, a veces creo que es verdad, lo dicen con tanta seguridad. Pascal retiró todos sus documentos del escritorio para irse a casa. Le deseo buena guardia, le puso la mano en el hombro a la mujer y bajó la mirada. ¿Tiene miedo? Sí. La enfermera María acompañó a Pascal hasta la puerta, era de noche y se avecinaba una gran tormenta. Llévese paraguas doctor. El hombre abrió el instrumento ante la pequeña llovizna que se sentía. ¡María! Las locuras son alucinaciones, nada de lo que digan existe, nada de lo que le propongan lo acepte, solo supere esta noche y le prometo que no volverá a tener que cubrirme jamás. María dijo adiós y cerró la puerta. La enfermera cerró las ventanas de la oficina central, la mayoría de los cocineros ya se habían marchado a casa, solo quedaba el viejo custodio que se metía en la garita exterior a escuchar la radio toda la noche. No va a pasar nada, no va a pasar nada… a María se le cerraron los ojos. Adentrada la madrugada María despertó agitada… La tormenta había irrumpido en el interior del manicomio abriendo las persianas y dejando entrar el temporal, una granizada sin precedentes que rompió las vidrieras y dejó correr el agua por los pasillos. María intentó encender las luces, y notó inmediatamente de que se había producido un corte eléctrico en la zona. ¡El infierno! !El infierno está sobre nosotros! Se escucharon gritos intermitentes, platos rotos, ja ja ja, el infierno viene a reclamar nuestras almas, un susurro a las espaldas de María la hizo temblar de frío, entre los relámpagos de la tormenta vio detrás suyo la sombra de alguien. María se giró lentamente y vio que era Amanda, la paciente que había entrado hace una semana. El infierno se desatará, pero no tengas miedo, la luz, es la luz del ángel, él nos cuida. María regresó corriendo a su habitación y cerró la puerta con llave… Nada es cierto, nada de lo que digan es cierto. Se escucharon unos pasos varios golpes… Aaaaaaaaa, un grito de dolor…. !El demonio está aquí. De repente María avistó por la ventana, entre la penumbra de la noche un enorme tornado carmesí, brillante y con relámpagos violáceos. No puede ser. María buscó entre las pertenencias una linterna, la encendió y abrió la puerta… Delante de la misma estaba el custodio, todo empapado, balbuceando palabras en otra lengua. ¿qué dices? “Unija de latra go obelet Anubis” ¿Pero qué coño?… María empujó al custodio y se propuso correr hacia un sótano, pero el hombre con mirada casi sombría la sostuvo de la mano: “Soy el reclutador” ¿el reclutador? Alístate esta noche, si quieres vivir, cada hombre y mujer deberá enfrentar al demonio… nuestras almas son almas insípidas para los hombres, pero jugosas para el emperador… Más nadie aquí quiere irse, el infierno es peor, seremos esclavos… !Basta! !Basta por dios! Nada es real, están locos todos… María miró hacia el recibidor de la clínica y allí estaban todos, reunidos con hachas arrancadas del sitio contra incendios, con tablas y vidrios, como si fuesen la última horda defensora de la humanidad. ¿Qué mierda es todo esto? Me voy a casa. En ese instante las puertas de la entrada se rompieron de un gran golpe, una onda expansiva arrojó a los defensores contra las paredes, todos los cuadros y búcaros se rompieron. En medio de la entrada estaba parada la figura negra y espeluznante. El custodio añadió: no hay tiempo, está aquí. Enfermera tome las llaves de las almas. El custodio le entregó las llaves de las habitaciones de los pacientes, las cuales evidentemente abrió y salieron. “Si el demonio nos destruye abra las tres llaves prohibidas de este lugar, las almas que hay en el interior son tan perversas que quizás juntas puedan destruirlo, mas solo son suposiciones mías” El custodio comenzó a correr y al llegar a la sala principal arremetió contra el demonio, pero este lo golpeó tan fuerte que lo hizo volar hacia el exterior del jardín. Los demás pacientes caían sobre el espectro con las hachas y era todo en vano, nada parecía dañarlo. Entonces el demonio vio a María y rápidamente voló hacia ella a gran velocidad por el pasillo. María corrió fuertemente mientras buscabas las llaves prohibidas… Habitación 333 habitación 666 y … donde está donde está aquí está habitación 111. Mierda están todas muy lejos, el ascensor. El demonio casi la tenía entre sus manos cuando se cerraron las puertas del elevador. Se sintieron los golpes fuertes del espectro, incluso llegó a gritar de impotencia. María divisó la puerta 333 y el demonio estaba Tras ella una vez más: TU ALMA ME PERTENECE. María introdujo la llave en la cerradura y liberó el alma de la habitación 333, un humo gris denso emanó del interior y el demonio se detuvo… Y tras la densa neblina la figura de un hombre desnudo… el hombre primigenio. Y con tal brutalidad rompió de su boca un bozal de hierro. María lloró aterrorizada ¿Aquí hay algo así? Aquel monstruo inició una cruenta lucha con el demonio más su débil cuerpo de carne empezó a presentar serias heridas, mordió al demonio con tal fuerza que le arrancó un brazo… María corrió… la habitación 666 que esconde, deben ser las tres… el demonio se percató de la huida de la mujer, pero el hombre carnívoro impidió sus deseos. “No durará tanto” María pensaba y sudaba. Allí está… una vez más la llave en la cerradura, el miedo aun latente… ¿Qué aberración hay detrás? Y nada salió, nada… ¿Cómo que nada? El demonio detrás suyo cual ser despreciable lleno de ira… y tras la puerta 666 nada… La 111 está muy lejos… el demonio abrió los ojos con temor… En la habitación 666 se mostró un símbolo Wicca, y se presentó un demonio espejo, un demonio igual, pero invocado, un espejismo. Así inició otra pelea fantástica, una pelea de la que María sabía no podía escapar, con cada golpe retumbaban el suelo y las paredes, ondas de choque, polvo y expansión del aire, el bozal y la cabeza del hombre carnívoro clavadas en a espalda del demonio rey… decapitado. Amanda apareció por la derecha, había usado la escalera de emergencia… Enfermera usted tiene las llaves… venga venga mi amiguita y yo haremos que venga la lucecita. María no sabía ya que hacer… Amanda la tomó por los brazos y la arrastró hacia el piso de abajo, “Mire mire aquí está mi amiguita y nosotros vemos una lucecita” María quedó sin razón alguna… La anciana comenzó a rezar junto con Amanda y la luz entró por una ventana… ¡Adorada sea la luz! Y la luz se presentó como un ángel… Amanda tomó las llaves y corrió… ¡Corre corre! Las llaves… La anciana dijo: la llave 111 no , no esa llave no… el ángel nos cuidará pero la llave 111 no. Los demonios destrozaron el piso y cayeron delante de ellos, el espectro 666 había sido derrotado y su energía consumida por el demonio rey, que volvió a recuperar su brazo. El ángel cuya corona de oro brillante emanaba una luz cegadora lanzó un rayo sobre el espectro, y este intentó cubrirse los ojos con las manos, pero el rayo era tan poderoso que se quemó y detrás el ángel abrió las puertas del infierno para que regresara… y el demonio regresó. María quedó inconsciente. La anciana la arrastró hacia el salón principal y toda la tormenta se despejó… El ángel caminó por los pasillos del lugar, con su pelo castaño claro y largo, su brillo divino… hasta que llegó al jardín justo en el alba y se hizo piedra. La anciana lloró junto a él hasta que salió el sol y Amanda escondió la llave 111… Se dio un tiro. Pascal llegó minutos después y vio el desastre, sin dudas una tormenta demasiado severa.

__________________________________________________________________________________________________________

El texto y la imagen es de mi autoría

(La imagen fue tomada con mi teléfono celular)

Gracias por leerme.

#hive-179291 #hive #ecency #story #art #writing #hivecuba #spanish #fiction #freewriters
Payout: 2.251 HBD
Votes: 111
More interactions (upvote, reblog, reply) coming soon.