Ubicada en el corazón de la ciudad, frente al Parque Céspedes, la Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral de Santiago de Cuba es mucho más que un templo religioso: es un símbolo de la identidad cultural, espiritual y arquitectónica de la nación cubana. Construida originalmente en 1526, esta catedral ha sido reconstruida en cuatro ocasiones debido a ataques de piratas, terremotos y huracanes. Su fachada actual, de estilo neoclásico con elementos eclécticos, fue diseñada por el arquitecto Carlos Segrera en el siglo XX, quien añadió esculturas de Cristóbal Colón, el Padre Bartolomé de las Casas y el arcángel Gabriel.
Curiosidades que la hacen única:
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Fue el primer templo en Cuba con Capilla de Música, lo que marcó un hito en la vida litúrgica del país.
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Su estructura está compuesta en un 80% por madera, una rareza arquitectónica que le da calidez y resistencia.
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Ha sido visitada por tres Papas: Juan Pablo II (1998), Benedicto XVI (2012) y Francisco (2015), lo que la convierte en un punto de referencia espiritual internacional.
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Alberga el cuadro del Santo Ecce Homo, considerado la pintura más antigua conservada en Cuba. Es un óleo sobre madera de cedro traído desde Cartagena de Indias en 1616.
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En su interior descansan los restos de Diego Velázquez de Cuéllar, fundador de las primeras villas cubanas, aunque el lugar exacto de su sepultura sigue siendo un misterio.
Declarada Monumento Nacional en 1958, esta catedral no solo es la sede de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba, sino también la Catedral Primada de Cuba, madre de todos los templos del país.