Guns N´Roses llenó el estacionamiento del Poliedro de Caracas el 25 de noviembre de 1992 con 45 mil personas, lo que sería el evento más concurrido hasta entonces en el país, ya que no había espacio para contener a todos los fanáticos según el blog Cosas Varias. En un post reflejaron el diario de viaje de la banda durante la gira por Latinoamérica, lo que incluye la suspensión de dos conciertos de viernes y sábado en Colombia ya que la mitad de sus equipos se quedaron atrapados en Venezuela por el segundo golpe de Estado de lo que luego conoceríamos como el chavismo. El cargamento apenas llegó el sábado al país vecino, pero el techo se derrumbó a las 10 de la noche obligando a pasar a todos los fanáticos para un inesperado concierto el domingo 29 de noviembre.
Yo me volví loco cuando supe la noticia de la llegada de GNR por el programa La esencia de Paul Gillmany confirmado por el programa VH10 de Musiuíto en Televen. Antes de la llegada de Internet, el fanático del rock leía revistas especializada españolas como Heavy Rock varios meses después de publicadas. Raguñabas cualquier fuente de información, por lo que escuchábamos muchísima radio.
Entré en desesperación. Con tan sólo 14 años tenía una misión difrícil por delante: pedir permiso, buscar los ahorros y pedir el restante, cuadrar cómo carajo iba a ir, regresar y convencer a mis padres que no era una extraña reunión de drogadictos o sólo gente grande. Más tarde vendrían los conciertos de Sepultura y Pantera.
Y al final tuvieron parte de razón, porque el regreso fue traumático. Por el golpe de Estado llegué a mi casa dos días después, cuando me enteré de lo que pasó porque seguía en las nubes adolescentes del rock. Un privilegio de mis dos amigos de la vida, Juan Vispo y John Gómez se perdieron. Hicimos larguísimas horas de cola para salir del Poliedro, había confusión y alboroto, pero pensábamos que era la euforia después del concierto.
Para mí, Guns N´Roses fue mi entrada al rock que podríamos llamar masivo, junto a Metallica y Nirvana, pero que me llevó después a saborear los discos de Testament, Monstrosity, Sepultura, Slayer, Massacre, Hypocrisy, y los no tan conocidos entonces, Extreme. Forré mi cuarto de sus afiches, los cuales vendía cualquier buhonero, dada la popularidad tan inmensa de la banda a nivel global, e incluso tuve la fortuna de tener todos sus CDs originales cuándo pude ir a los EEUU de vacaciones. Cosas de la Venezuela de antes.
Pero no fue mi primer concierto, el 9 de octubre del mismo año había visto a los ingleses de Iron Maiden en su gira Fear of the Dark en el Poliedro que era insuficiente para los norteamericanos de Axl Rose. Fui con un pana de mi papá que era rockero viejo para los dos toques, junto a su hermano, quién aunque sufría una enfermedad rarísima y terminal, nos acompañó. Con Maiden tocó la banda Gillman con tres guitarristas, y con Guns N´Roses, el Conde del Guácharo, ya que -según uno de los mucho mitos urbanos alrededor- el divo de Guns N Roses no quiso que ninguna otra banda tocara antes que ellos. Recuerdo incluso que cuando se anunció el concierto de Michael Jackson -que nunca se dio y trajo un escándalo por la tala de un árbol- se dijo que tocaría Sardinas de Naiguatá mientras que en Últimas Noticias leí que para el concierto -que tampoco se concretó- de Nirvana tocarían los desaparecidos Víctimas de la democracia.
El toque de GNR fue increíble y otros mitos rodaron por años: que si murieron caballos por el alto volumen, que nos insultó en inglés diciéndonos indios (que era una extensión del mito de que nos mentaban la madre en sus canciones), que iban a bombardear las nubes para que lloviese e incluso que habían tocado de espaldas.
La gente aplaudía, lloraba, las mujeres gritaban, los hombres también, hubo desmayos, pancartas, banderas, tetas al aire, todo un festival. Había gente de todas partes del país, otros que habían acampado días antes, era la banda más grande del mundo y estaban aquí, en Venezuela.
Era tal el gentío que había múltiples pantallas a través de la inmensa cantidad de personas asistentes, pero tuve la magnífica suerte de estar de segundo o tercero, pegado a la barrera de seguridad. Los medios de comunicación se unieron a la euforia por la banda más famosa del mundo en ese momento: hubo especiales de videos, entrevistas a gente que había llegado dos días antes desde Margarita y hasta de Brasil. Hubo declaraciones de Duff McKagan, quien tocó con un bajo transparente, en la televisión nacional. Yo inclusó grabé el especial que Musuíto unos días antes que grabé con la Handicam Sony de mi papá (incluyendo a mi mamá atravesándose en la pantalla) y tras el concierto vi las fotos en blanco y negro que vendían en One´s Music en el Centro Comercial Maracay Plaza, a precios inaccesibles para un mortal.
Aquí puedes ver el especial de VH10 con Duff https://www.youtube.com/watch?v=ZFpVbMA3_ts
No tocaron Don´t Cry, el máximo clásico, pero sí subió el piano en November Rain en medio del escenario, mostraron una de las muchas banderas de Venezuela que les mandaron, vimos a Slash hacer sus solos memorables, los solos de Matt Sorum. Mi yo adolescente aún está sonriendo.
¿Tienes fotos, videos o experiencias del toque de Guns N´Roses en Venezuela para compartir?
Lo escribí originalmente en mi blog en 2007, cuando se cumplían 16 años del toque de mi adolescencia http://irresponsabilidad.blogspot.com/2007/11/guns-nroses-en-venezuela-hace-15-aos.html