En las venas adoquinadas de esta Barquisimeto que tanto quiero y que a veces me duele, resuena un eco sordo, la melodía áspera y sentida de Yordano. "Por estas calles..." comienza a tejerse en mi mente mientras camino bajo el sol que declina, tiñendo de naranja los muros descoloridos.

Foto capturada con mi teléfono HONOR X
Veo a Doña Flori en la esquina, sus manos curtidas ofreciendo flores, la compasión ausente en las miradas fugaces de los transeúntes. La piedad, pienso, se fue hace mucho, quizás en uno de esos autobuses destartalados que atraviesan la ciudad buscando un destino incierto, perseguida no por la policía, sino por la urgencia, por el día a día que no espera. "Oye conciencia, mejor te escondes con la paciencia", murmuro, sintiendo el peso de la resignación en el aire.
La valentía es un espectro pálido, una sombra que se desdibuja entre la multitud. La recuerdo, vibrante hace años, alzando la voz en las plazas, pero ahora... ahora se esconde, temerosa de la soledad, de la indiferencia que la rodea. Cada vez que intenta asomar su rostro cansado, la ven como una rareza, un anacronismo en este tiempo de sálvese quien pueda.

Foto capturada con mi teléfono HONOR X
Apuro el paso, consciente de las esquinas oscuras, de las miradas esquivas. La advertencia de la canción se clava en mis huesos: "no te distraigas cuando caminas". Esta vida, mi única posesión, la guardo con recelo en este laberinto de calles donde la necesidad afila los instintos.
Los "pillos y malhechores" no distinguen estratos ni credos. La urgencia los hermana en la búsqueda, en la artimaña. Decir lo que se piensa es un acto de osadía, una moneda lanzada al aire con el rostro del peligro grabado en ella. "Al hombre bueno le ponen precio a la cabeza", canta mi memoria, y la frase se siente peligrosamente real en esta Venezuela convulsa.
Y sí, los de "cuello blanco", aquellos que se mueven en las sombras de la opulencia, a menudo son los más voraces, los que desangran la esperanza con una sonrisa amable y palabras melosas. Su piedad es una máscara, su justicia una balanza trucada.
Mientras llego a casa, la canción de Yordano se desvanece en el bullicio nocturno, pero su eco persiste. Es el latido de estas calles, un lamento que se mezcla con el aroma del café y el sonido distante de un cuatro. Es la radiografía de un tiempo donde la calle enseña más que la escuela, donde la supervivencia es un arte y la esperanza, un tesoro custodiado en lo más profundo del alma. Y aunque la compasión parezca ausente, sé que en algún rincón olvidado, en la mirada furtiva de un vecino, en el gesto solidario de un amigo, aún palpita, esperando el momento de resurgir con la fuerza de una canción inolvidable.
Relato propio inspirado en la monumental obra maestra de el cantautor venezolano Yordano DiMarzo "por estas calles".
Cuando la Calle Canta con Yordano.
@jere03
· 2025-05-11 00:08
· Literatos
#hive-179291
#spanish
#calles
#yordano
#literatura
#cervantes
Payout: 0.000 HBD
Votes: 7
More interactions (upvote, reblog, reply) coming soon.