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Hay algo en verte,
uno no queda igual;
no son inventos de mi alegría,
es que nada es igual a nada.
*
Dos flores son distintas,
dos noches estrelladas;
dos ojos que hacen brillo
para la misma cara
no pueden ser iguales
porque uno de los dos
sería una copia que,
aunque espectacular,
tendría algo del otro.
*
Mis ojos, por ejemplo,
son tan distintos
hasta cuando te miran;
el uno te imagina que,
a mí, tú me has mirado;
el otro que al mirarme
me besas con tus ojos;
el uno que al besarme
te has mordido los labios;
el otro que has mordido
un trozo de mi alma.
*
Por eso hay algo en verte
y te miro si puedo;
si no puedo también
porque te sueño;
y aquí vuelven mis ojos
con sus distinciones:
el primero te sueña
sin cerrarse siquiera;
el segundo lo hace
por si acaso al primero
se le escapa algún trazo
de tu imagen soñada.
*
El primero es muy tierno,
el segundo es más loco;
pero ambos son así,
distintos y sinceros
y al mirarte te dicen
a los ojos, te quiero.
Imagen de portada hecha en Canva