Hola, compañeros! Hoy vivimos una jornada increíble en el Parque del Este. Pero antes de contarles sobre la ruta, quiero hablarles de un tema que muchos de nosotros enfrentamos a diario: cómo organizarnos en el trabajo para poder entrenar al final de la tarde. En mi caso, lo de hoy fue un verdadero desafío logístico. A veces, parece que la jornada laboral se estira como una liga, con tareas que surgen de la nada y reuniones que amenazan con robarme el tiempo de correr y entorpecer mi karma La clave, para mí, está en la planificación y poner límites. Empiezo mi día con una lista de prioridades. Me aseguro de sacar las tareas importantes temprano y de dejar los últimos minutos para enviar correos y dejar todo en orden. También bloqueo mi horario de entrenamiento y, si alguien me convoca a una reunión, busco con antelación una alternativa. Así evito sorpresas de último momento. Y cuando llega el momento de salir, no hay excusas. Me cambio rápido y salgo a disfrutar del aire libre y de la energía que inspira y me impulsa a dejar la mala vibra laboral atrás. Ver el atardecer mientras corremos es una de las mayores recompensas después de un día de trabajo intenso. Es el balance perfecto entre cumplir con mis responsabilidades y dedicarle tiempo a mi pasión. La sensación de saber que lo logré y estoy sumando kilómetros y calidad de vida, es invaluable. Gracias a todos por leer! Como es costumbre, les regalo algunas fotos de jornada de hoy en la que estreno mi franela de Hiverun personalizada, única en su estilo, la más especial de las especiales, muy agradecido por este detallazo, y deseando acumular muchos kilómetros con ella! Traducido con Google traductor
Hello, teammates! Today we had an incredible session at Parque del Este. But before I tell you about the route, I want to talk about a topic many of us deal with daily: how to organize our work to be able to train in the late afternoon. For me, today was a real logistical challenge. Sometimes it feels like the workday stretches like a rubber band, with tasks that pop up out of nowhere and meetings that threaten to steal my running time and disrupt my karma. The key, for me, is planning and setting boundaries. I start my day with a list of priorities. I make sure to get the important tasks done early and leave the last few minutes for sending emails and tidying everything up. I also block out my training time on my calendar, and if someone invites me to a meeting, I look for an alternative slot in advance. This helps me avoid last-minute surprises. And when it's time to go, there are no excuses. I change quickly and head out to enjoy the fresh air and the energy that inspires and pushes me to leave the bad work vibes behind. Watching the sunset as we run is one of the biggest rewards after an intense workday. It’s the perfect balance between fulfilling my responsibilities and dedicating time to my passion. The feeling of knowing I achieved it and that I'm here adding kilometers and quality of life is invaluable. Thanks to all of you for reading! As usual, I'm sharing some photos from today's session where I'm debuting my new personalized Hiverun shirt. It's unique in its style—the most special of the special ones! I'm so grateful for this amazing gift and can't wait to rack up many kilometers in it!
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