En busca de mi camino
 En la niñez la vida parece ser mucho más simple, hay muy pocas preocupaciones y dependemos mucho del cuidado de otros para poder crecer como personas. Los días festivos, cumpleaños, juegos y tiempo con amigos se vuelven nuestro día a día; las risas y lágrimas llenan nuestro ser de luz y aprendizajes. A medida que pasa el tiempo crecemos y las cosas comienzan a cambiar un poco, nuestros gustos, sueños, metas, hobbies; se van definiendo y de esa forma descubrimos nuestra personalidad. Uno de los cambios más difíciles es la transición de joven- adulto, hay muchas más responsabilidades y problemas que resolver. Es allí cuando ponemos en práctica todo el aprendizaje que hemos adquirido es nuestro crecimiento y de esa forma seguimos creciendo; la vida es un constante aprendizaje, cada día es una nueva oportunidad para mejorar, con el tiempo definimos nuestro camino y propósito en la vida, algunos pueden esperar mucho tiempo y otros simplemente lo saben. Disfruta la vida y el camino que aún queda por recorrer, sé amable y bondadoso con otros, cuida a la naturaleza porque ella existe para darte vida.