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Algo que a mí me hacía algo de gracia de lo que era mi labor en donde trabajaba era que siempre las órdenes o directrices muchas veces podrían contradecirse y que al mismo tiempo a veces entre mucho “jefe” las órdenes se perdían en el camino o carecían de sentido por lo que querían unos y otros o por las distintas maneras de hacer las cosas dentro de los destinos personajes que integraban la directiva.
Y es que recuerdo que una de las cosas que nos repetían hasta el cansancio, pero que pocos hacían era el de “acompañar al cliente”, pues muchas veces los compañeros llegaban a atenderlo y una vez que pasaban a caja y cancelaban, ya de ahí en adelante eso era problema de ellos, si daban o no con los productos y todo lo demás, pero pocos éramos los que hacíamos la gestión completa y por consiguiente nos buscaban los clientes.
Algo que marco un poco un precedente sobre el caso fue la vez que hubo una “crisis” (para algunos de los directivos) en lo que pasamos casi un mes sin tener bolsas para poder despachar los productos y muchas veces los clientes se quejaban de ello porque comentaban que como era posible que no tuvieran alguna bolsa para meter los productos pequeños y fue donde las cosas cobraban un sentido loco.
Pues habían clientes que entendían la situación al punto de bueno, no sé cómo puede tener explicación, pero que más da al final estamos acá en un país con una realidad alterada qué más da, por otro lado, los que exigían la bolsa y que si no se las daban iban renegando contra quien se encontraran en el camino desde el asesor, hasta con la gente de seguridad, algo que es increíble teniendo en cuenta que muchas veces no éramos departamentos culpables de la situación.
Lo que se traducía en descontento por parte de los clientes abandonados y de cierta manera una “recompensa” por parte de los clientes que se sentían acompañados en el proceso, porque de cierta manera agradecían el trato y acompañamiento, y se hacían leales, pero eso no era siempre, pues recuerdo que la vez que más quede como, ¿cómo así? Fue cuando estando con un cliente esperando la salida de los productos, otro cliente que no estaba acompañado empezó a formar un escándalo.
Gracia a Dios, mi cliente, con el cual tengo una cierta confianza, no se molestó cuando al ver el escándalo armado por ese otro cliente abandonado, el gerente se apersona en el lugar y de la nada me dice, tú, acompaña al cliente, y yo como estoy con mi cliente, no lo puedo dejar abandonado y este siguió recto en su misión de mandarme a mí a solventar el fuego ardiente que dejo otro asesor…
Mi cliente entendiendo la situación, me dijo que tranquilo que no me preocupara y fuera a “acompañar a la señora” y fue cuando luego de un tedioso trámite con esa otra clienta, pude salir a salvo y “rescatar” a mi cliente, que al volver me comentaba que es lamentable como muchas veces estos “jefes” actúan de esa manera y como inclusive hay clientes que se ponen como niños pequeños por cosas tan insignificantes como pudieran ser unas simples bolsas.
Fuente: Extraído del blog de @latino.romano para el mensaje diario de 5 minutos.
Este texto corresponde a mi participación en el reto diario del amigo @latino.romano y @mariannewest el cual tiene por regla que pueden ser: pensamientos, relatos, poemas, anécdotas, canciones o cualquier otra cosa que se te ocurra en cinco minutos. Les invito a participar, gracias por leer mi post y llegar hasta esta parte del mismo, gracias por el apoyo y no me despido sin previamente desearte un feliz día, tarde o noche, nos vemos en una próxima oportunidad.
English Translation
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Something that I found somewhat amusing about my job was that orders or guidelines could often contradict each other, and at the same time, with so many “bosses” involved, orders would sometimes get lost along the way or become meaningless due to the different opinions of those in charge or the different ways of doing things within the various departments that made up the management team.
I remember that one of the things they repeated to us ad nauseam, but that few did, was to “accompany the customer.” because often our colleagues would serve the customer and once they went to the checkout and paid, from then on it was their problem whether or not they found the products and everything else, but few of us did the whole process and as a result the customers sought us out.
Something that set a bit of a precedent in this case was the time there was a “crisis” (for some of the managers) when we went almost a month without bags to pack the products, and customers often complained about it, saying how was it possible that there weren't any bags to put the small products in, and that's when things started to get crazy.
Well, there were customers who understood the situation to the point of, well, I don't know how to explain it, but what does it matter? In the end, we are here in a country with an altered reality, so what does it matter? On the other hand, there were those who demanded bags and, if they weren't given them, complained to anyone they came across, from the advisor to the security guards, which is incredible considering that we were often not the departments responsible for the situation.
This resulted in discontent on the part of the abandoned customers and, in a way, a “reward” from the customers who felt accompanied in the process, because in a way they appreciated the treatment and support and became loyal, but that wasn't always the case. I remember the time when I was most like, "What? It was when I was with a customer waiting for the products to be delivered, and another customer who was not accompanied started making a scene.
Thank God, my customer, with whom I have a certain level of trust, didn't get upset when, seeing the scene caused by that other abandoned customer, the manager showed up and out of nowhere said to me, “You, accompany the customer.” And since I was with my customer, I couldn't leave him abandoned, and the manager continued on his mission to send me to put out the fire left by another advisor...
My client, understanding the situation, told me to relax, not to worry, and to go “accompany the lady.” And it was then, after a tedious process with that other client, I was able to get out safely and “rescue” my client, who, upon returning, commented that it is unfortunate how often these “bosses” act this way and how there are even clients who act like little children over such insignificant things as simple bags.
Source: Extracted from @latino.romano's blog for the 5 minutes daily message.
This text corresponds to my participation in the daily challenge of my friend @latino.romano and @mariannewest which has as a rule that can be: thoughts, stories, poems, anecdotes, songs or anything else that comes to mind in five minutes. I invite you to participate, thank you for reading my post and get to this part of it, thanks for the support and I do not say goodbye without wishing you a happy day afternoon or evening, see you in a next opportunity.