Mi amiga Luisa tenía 29 años y aún acarreaba la culpa por los años de secundaria cuando la promiscuidad le había llevado a provocarse tres aborto. Cuando se casó con Pedro pensó que había terminado con su pasado. Sin embargo, en la noche de bodas, cuando el esposo comenzó a acariciarla vino a su mente el pasado tan escabroso y se puso tensa y fría.
Si deseamos que nuestro matrimonio sea un reflejo de Dios, es esencial que dejemos los errores del pasado donde pertenecen: ¡en el pasado¡ Necesitamos dejar lo que hemos hecho o lo que nos han hecho a los pies de la cruz. Y necesitamos avanzar. Puede que piense: No sabe lo difícil que es para mi. He cometido un error tan grave que ni siquiera puedo perdonarme. ¡Sencillamente no puedo olvidarlo y dejarlo en el pasado¡
¿Le gustaría deshacerse de esas trabas llenas de basura del pasado? La respuesta está en el principio de confesión y arrepentimiento. Cuando confesamos nuestro pecado a Dios y nos apartamos, Él está más que dispuesto a perdonarnos y a limpiarnos de toda la basura de nuestro pasado (1 Juan 1: 9).
¿Sabe lo que significa la palabra todo? Significa eso mismo: ¡todo¡ Dios puede limpiarnos de todo . No elige qué pecado perdonarnos y cuáles dejar allí para que lo sobrellevemos durante toda la vida. Nos limpia literalmente por dentro y por fuera y declara que todo pecado cometido está perdonado y divinamente olvidado. ¿Sabe lo que hace Dios con nuestro pecado? La Biblia dice que lo arroja a las profundidades del mar (Miqueas 7:19).
De manera que deje sus pecados y errores a los pies de la cruz. Deje los pecados cometidos en la escuela secundaria, en la universidad y desde entonces para que Dios los tome y lo arroje al fondo del mar.
Marriage: Forget the problems of the past
My friend Luisa was 29 years old and she still carried the guilt of her high school years when promiscuity had led her to have three miscarriages. When she married Pedro she thought she was done with her past. However, on the wedding night, when the husband began to caress her, the rugged past came to her mind and she became tense and cold.
If we want our marriage to be a reflection of God, it is essential that we leave the mistakes of the past where they belong: in the past! We need to leave what we have done or what has been done to us at the foot of the cross. And we need to move forward. You may be thinking: You don't know how difficult this is for me. I've made such a serious mistake that I can't even forgive myself. I just can't forget it and put it in the past!
Would you like to get rid of those junk-filled obstacles from the past? The answer is in the principle of confession and repentance. When we confess our sin to God and turn away, He is more than willing to forgive us and cleanse us of all the garbage from our past (1 John 1: 9).
Do you know what the word everything means? It means just that: everything! God can cleanse us of everything. He does not choose which sin to forgive us and which to leave there for us to bear for a lifetime. It literally cleanses us inside and out and declares that all sin committed is forgiven and divinely forgotten. Do you know what God does with our sin? The Bible says he casts it into the depths of the sea (Micah 7:19).
So leave your sins and mistakes at the foot of the cross. Leave the sins committed in high school, in college and since then for God to take and throw you to the bottom of the sea.