English Version
In the Historic Centre of Old Havana, on Teniente Rey Street, we can visit a singular museum, it is the former Sarrá Drugstore, a pharmacy, or apothecary as it was also once called, currently intended to show the history of pharmacies in Havana.
Like many other sites of heritage interest, it was restored by the Office of the Historian of Havana with the purpose of preserving its legacy and showing the evolution of pharmaceutical science in Cuba. For this reason, nowadays it houses the Museum of the Pharmacy of Havana.
Among its display cases, porcelain jars rescued from archaeological excavations carried out in old dwellings of the city are exhibited, through which it has been possible to learn about the medicines that were used in earlier times. In many of these jars, the labels were preserved, and even the details of where they were sold and the place from which they came.
In the museum rooms, utensils and tools used in the preparation of medicines are also shown, microscopes, weights, scales, jars and other instruments that narrate the history of Cuban pharmacy. All of this is accompanied by informational posters that reproduce old advertisements of the products that were sold there.
The most astonishing thing about this old pharmacy is that it is preserved with all its original furniture: wide wooden counters, tall and elegant glass cabinets, a marble floor that still shines, and a decorated ceiling from which elegant lamps hang. I also enjoyed a set of stained-glass windows with a combination of colours that fascinated me.
Every corner is arranged so that the visitor feels time has not passed. Everything is maintained with the intention of preserving and, at the same time, educating those who cross its doors.
But the Sarrá Pharmacy is not limited only to the exhibition. In one of its rooms, products made with natural medicine are sold, thus maintaining the practical use the apothecary had during its years of operation.
For me, visiting the old pharmacy is not only to be amazed by its display cabinets. It is to contemplate once again another living chapter of Havana’s history.
I hope you have enjoyed the tour.
Cheers and until next time!
Versión en Español
En el Centro Histórico de la Habana Vieja, en la calle Teniente Rey, podemos visitar un singular museo, se trata de la antigua Droguería Sarrá, una farmacia, o botica como también se le solía nombrar, destinada en la actualidad a mostrar la historia de las farmacias en La Habana Como muchos otros sitios de interés patrimonial, fue restaurada por la Oficina del Historiador de La Habana con el propósito de conservar su legado y mostrar la evolución de la ciencia farmacéutica en Cuba. Por ello en la actualidad aquí se encuentra el Museo de la Farmacia de la Habana. Entre sus vitrinas se exhiben frascos de porcelana rescatados de excavaciones arqueológicas realizadas en antiguas viviendas de la ciudad, mediante los cuales se ha podido conocer acerca de los medicamentos que se utilizaban en épocas anteriores. En muchos de estos frascos se conservaban las etiquetas y hasta los datos de donde se comercializaban, y el lugar de donde provenian. En las salas museables también se muestran utensilios y herramientas que se empleaban en la elaboración de medicamentos, microscopios, pesas, balanzas, frascos y otros instrumentos que narran la historia de la farmacia cubana. Todo ello acompañado de los carteles informativos que reproducen antiguos anuncios publicitarios de los productos que allí se vendían. Lo más asombroso de esta antigua farmacia es que se conserva con todo su mobiliario original, amplios mostradores de madera, altas y elegantes vidrieras, un piso de mármol que aún brilla, y un techo decorado del que cuelgan elegantes lámparas. También pude disfrutar de un conjunto de vitrales con una combinación de colores que me fascinó. Cada rincón está dispuesto para que el visitante sienta que el tiempo no ha pasado. Todo se mantiene con la intención de preservar y al mismo tiempo, educar a quienes cruzan sus puertas. Pero la Farmacia Sarrá no se limita solamente a la exposición. En una de sus salas se comercializan productos elaborados con medicina natural, manteniendo así el uso práctico que tuvo la botica en sus años de funcionamiento Para mí, visitar la antigua farmacia no es solo asombrarme ante sus vitrinas. Es contemplar una vez más, otro capítulo vivo de la historia de La Habana. Espero que hayan disfrutado el recorrido. ¡Un Saludo y hasta la próxima!
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