A short distance from that monumental town, Pedraza, which for years served as the ideal setting for Christmas Lottery advertisements and faces that metaphorical sleeping dragon—which, in short, are the prominent peaks of the Sierra de Guadarrama—one of the most beautiful, harmonious, and elegant buildings of Romanesque architecture in Segovia, suffers from the lovesickness of ostracism, imperturbably watching time pass.
In its porticoed gallery, which, in some symbolic way, came to represent the gates of the Holy City par excellence, the Sagittarius-centaurs continue to pursue with their bows those same sirens who, according to tradition, were also birds. It is also possible that the medieval sculptor saw in its design, beyond the apparent wild nature and sin, a zodiacal transit, the keys to which, today, are almost irretrievably lost in the deepest recesses of the collective unconscious and practically unattainable for the mentality of modern man.
On one side of its main portico, precisely where the stone was once cherished with stucco work that, miraculously, still retains much of its original polychrome, the Archangel Gabriel, the messenger par excellence, confides to a bewildered Mary a divine pregnancy that would convulse the world of his time and, in some ways, also anticipate the religious psyche of the modern world, thousands of years after history, according to archaeological evidence, began in Sumer.
A escasa distancia de ese pueblo monumental, Pedraza, que durante años sirvió como escenario ideal para los anuncios de la Lotería de Navidad y orientada hacia ese metafórico dragón dormido, que, en definitiva, son los prominentes picachos de la Sierra de Guadarrama, uno de los más bellos, armónicos y elegantes edificios de la arquitectura románica de Segovia, sufre el mal de amores del ostracismo, observando, imperturbable, el tiempo pasar.
En su galería porticada, que, de alguna manera simbólica, venía a representar las puertas de la Ciudad Santa por antonomasia, los centauros-sagitario continúan persiguiendo con sus arcos a aquellas mismas sirenas que una vez, según refiere la tradición, fueron también aves, siendo posible, además, que el imaginero medieval viera en su diseño, más allá de lo aparente a la naturaleza salvaje y al pecado, un tránsito zodiacal, cuyas claves, hoy en día, están poco menos que irremediablemente perdidas en lo más incógnito del inconsciente colectivo y prácticamente inalcanzable para la mentalidad del hombre moderno.
A un lado de su pórtico principal, allí, precisamente, donde a la piedra se la mimó en tiempos con un estuco, que, milagrosamente, conserva todavía buena parte de su policromado original, el Arcángel mensajero por antonomasia, Gabriel, confía a una desconcertada María un embarazo divino que habría de convulsionar al mundo de su tiempo y de alguna manera, anticipar, además, la psiquitectura religiosa del mundo Moderno, miles de años después de que la Historia, según los testimonios de la Arqueología, comenzara en Sumer.
NOTICE: Both the text and the accompanying photographs are my exclusive intellectual property and are therefore subject to my copyright. AVISO: Tanto el texto, como las fotografías que lo acompañan, son de mi exclusiva propiedad intelectual y por lo tanto, están sujetos a mis Derechos de Autor.