As Rocwalz sat razor straight in the small, dark room in an uncomfortable seat with earphones strapped around his head, he half listened to the pre-trip details of the assignment he'd agreed to embark upon as special envoy. After all, his expertise in capture and torture didn't require maps, directions, and dimensions; only advanced weaponry. Orders to locate and destroy anyone who threatened the completion of his country's foreign detection center would suffer an agonizing fate.
He envisioned himself a master spy, skillful in the art of evading detection and relished in his renowned capability as a master of disguise. But it was the thrill of capturing and eliciting information from traitors that thrilled him.
Speculation by those not involved with the project touted it a game changer. The sixteenth wonder of the world. At least those still alive to witness its near completion continued to believe so. After all, it took nearly four decades to construct. For the disbelievers, faith in their illustrious leader would be tested beyond blind loyalty. Promises delivered in public as well as private guaranteed ultimate protection from outside enemies.
Once completed, those believers who stood their ground in solidarity could benefit from the Rotunda's protection. Those in opposition would fall victim to circumstances beyond the control of their leaders.
The blazing midday sun shone relentlessly on the faithful workers. Unable to secure clearance for residents, Halligarden Engineers hired selected contractors to fill their twenty-hours shift roster.
Orientation finalized, Rocwaltz gathered his armory and set out to fulfill his mission.
Two hours later, he arrived at the complex, stopping short of the detection sirens a few feet from the cyclone security fence that surrounded the domed structure. His targets identified, his shoulders heaved heavily at the thought of intercepting individuals disrupting the completion of their security system.
He gave no thought to the Rotunda facility. The project's purpose remained classified. All he knew was that their country's safety and independence was at stake.
Scouring the activity near the entrance of the complex, his hands gripped the binoculars and held it steady. Good, workers trekked back and forth extracting and delivering material required for completion.
Unbeknownst to Rocwalz, those who desired nothing more than to suppress their leaders' technological advances in weaponry detection and deployment rose up and peered from atop a hill opposite the west side of the Rotunda.
Instantly, flashes of light guided him in their direction. The dark shades covered a frown forming as he detected the traitors.
Below, workers busy with assigned tasks ignored flashes of lights and sounds of gunfire erupting from opposites sides of the hill.
Political controversies had no place on their shift. The workers continued their trail back and forth from the facility to the trucks that would haul away the remnants of classified items.
**No sense** in waiting. From his shoulders, Rocwaltz managed to fire off a hand-held bazooka toward the opposite hill of the traitors. A wicked smile crossed his lips.
The blast served its purpose.
Those in the vicinity dispersed, running back down the hill for cover. Never did they imagine they'd encounter opposition.
But then, the opposition underestimated the power of their leaders. Under no circumstances were they going to allow discovery of the harvested alien body parts they agreed to secure for those visitors who came decades earlier in exchange for their peaceful infiltration.
Immediately, the contract workers paused and gazed up at the hills blazing with the effects of fire. No sooner than they looked upward, they returned to to the trail leading to the vehicles. The event neither registered in their database nor did it affect their performance.
My story is based on [12 September 2025, @mariannewest's Freewrite Writing Prompt Day 2858: no sense](https://peakd.com/hive-161155/@daily.prompt/12-september-2025-mariannewests-freewrite-writing-prompt-day-2858-no-sense)
[Source](https://pixabay.com/photos/roof-dome-dome-roof-metal-glass-2865247/)
**Dentro de la Rotonda**
Mientras Rocwalz permanecía sentado muy erguido en la pequeña y oscura habitación, en un incómodo asiento y con unos auriculares colocados alrededor de la cabeza, escuchaba a medias los detalles previos al viaje de la misión que había aceptado emprender como enviado especial. Al fin y al cabo, su experiencia en capturas y torturas no requería mapas, indicaciones ni dimensiones, solo armamento avanzado. Las órdenes de localizar y destruir a cualquiera que amenazara la finalización del centro de detección exterior de su país sufrirían un destino agonizante.
Se imaginaba a sí mismo como un maestro espía, hábil en el arte de evadir la detección y disfrutaba de su reconocida capacidad como maestro del disfraz. Pero lo que le emocionaba era la emoción de capturar y obtener información de los traidores.
Las especulaciones de quienes no participaban en el proyecto lo promocionaban como un punto de inflexión. La decimosexta maravilla del mundo. Al menos, los que aún vivían para presenciar su casi finalización seguían creyendo en ello. Al fin y al cabo, su construcción había llevado casi cuatro décadas. Para los incrédulos, la fe en su ilustre líder se pondría a prueba más allá de la lealtad ciega. Las promesas hechas en público y en privado garantizaban la máxima protección frente a los enemigos externos.
Una vez completada, los creyentes que se mantuvieran firmes en solidaridad podrían beneficiarse de la protección de la Rotonda. Los que se opusieran serían víctimas de circunstancias ajenas al control de sus líderes.
El sol abrasador del mediodía brillaba implacable sobre los fieles trabajadores. Al no poder obtener autorización para los residentes, Halligarden Engineers contrató a contratistas seleccionados para cubrir su turno de veinte horas.
Una vez finalizada la orientación, Rocwaltz reunió su arsenal y se dispuso a cumplir su misión.
Dos horas más tarde, llegó al complejo y se detuvo ante las sirenas de detección, a pocos metros de la valla de seguridad ciclónica que rodeaba la estructura abovedada. Una vez identificados sus objetivos, sus hombros se encogieron con fuerza al pensar en interceptar a las personas que impedían la finalización de su sistema de seguridad.
No pensó en las instalaciones de la Rotonda. El propósito del proyecto seguía siendo secreto. Lo único que sabía era que la seguridad y la independencia de su país estaban en juego.
Mientras observaba la actividad cerca de la entrada del complejo, agarró los prismáticos con ambas manos y los mantuvo firmes. Bien, los trabajadores iban y venían extrayendo y entregando el material necesario para la finalización.
Sin que Rocwalz lo supiera, aquellos que no deseaban otra cosa que suprimir los avances tecnológicos de sus líderes en materia de detección y despliegue de armas se levantaron y miraron desde lo alto de una colina situada frente al lado oeste de la Rotonda.
Al instante, unos destellos de luz lo guiaron en su dirección. Las gafas oscuras ocultaron el ceño fruncido que se le formó al detectar a los traidores.
Abajo, los trabajadores, ocupados con las tareas que se les habían asignado, ignoraban los destellos de luz y los sonidos de los disparos que estallaban desde los lados opuestos de la colina.
Las controversias políticas no tenían cabida en su turno. Los trabajadores continuaron su recorrido de ida y vuelta desde las instalaciones hasta los camiones que se llevarían los restos de los artículos clasificados.
No tiene sentido esperar. Desde sus hombros, Rocwaltz logró disparar un bazuca portátil hacia la colina opuesta de los traidores. Una sonrisa maliciosa se dibujó en sus labios.
La explosión cumplió su propósito.
Los que se encontraban en las inmediaciones se dispersaron, corriendo colina abajo en busca de refugio. Nunca imaginaron que se encontrarían con oposición.
Pero entonces, la oposición subestimó el poder de sus líderes. Bajo ninguna circunstancia iban a permitir que se descubrieran las partes del cuerpo alienígena que habían acordado proteger para aquellos visitantes que llegaron décadas antes a cambio de su infiltración pacífica.
Inmediatamente, los trabajadores contratados se detuvieron y miraron hacia las colinas en llamas por los efectos del fuego. Tan pronto como miraron hacia arriba, volvieron al sendero que conducía a los vehículos. El suceso no quedó registrado en su base de datos ni afectó a su rendimiento
My story is based on [12 September 2025, @mariannewest's Freewrite Writing Prompt Day 2858: no sense](https://peakd.com/hive-161155/@daily.prompt/12-september-2025-mariannewests-freewrite-writing-prompt-day-2858-no-sense)
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If translation included, I use *DeepL* to assist my readers.
Thanks for your patience an understanding***.
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Si se incluye traducción, utilizo *DeepL* para ayudar a mis lectores.
Gracias por su paciencia y comprensión***.
[Source](https://pixabay.com/photos/roof-dome-dome-roof-metal-glass-2865247/)
**Dentro de la Rotonda**
Mientras Rocwalz permanecía sentado muy erguido en la pequeña y oscura habitación, en un incómodo asiento y con unos auriculares colocados alrededor de la cabeza, escuchaba a medias los detalles previos al viaje de la misión que había aceptado emprender como enviado especial. Al fin y al cabo, su experiencia en capturas y torturas no requería mapas, indicaciones ni dimensiones, solo armamento avanzado. Las órdenes de localizar y destruir a cualquiera que amenazara la finalización del centro de detección exterior de su país sufrirían un destino agonizante.
Se imaginaba a sí mismo como un maestro espía, hábil en el arte de evadir la detección y disfrutaba de su reconocida capacidad como maestro del disfraz. Pero lo que le emocionaba era la emoción de capturar y obtener información de los traidores.
Las especulaciones de quienes no participaban en el proyecto lo promocionaban como un punto de inflexión. La decimosexta maravilla del mundo. Al menos, los que aún vivían para presenciar su casi finalización seguían creyendo en ello. Al fin y al cabo, su construcción había llevado casi cuatro décadas. Para los incrédulos, la fe en su ilustre líder se pondría a prueba más allá de la lealtad ciega. Las promesas hechas en público y en privado garantizaban la máxima protección frente a los enemigos externos.
Una vez completada, los creyentes que se mantuvieran firmes en solidaridad podrían beneficiarse de la protección de la Rotonda. Los que se opusieran serían víctimas de circunstancias ajenas al control de sus líderes.
El sol abrasador del mediodía brillaba implacable sobre los fieles trabajadores. Al no poder obtener autorización para los residentes, Halligarden Engineers contrató a contratistas seleccionados para cubrir su turno de veinte horas.
Una vez finalizada la orientación, Rocwaltz reunió su arsenal y se dispuso a cumplir su misión.
Dos horas más tarde, llegó al complejo y se detuvo ante las sirenas de detección, a pocos metros de la valla de seguridad ciclónica que rodeaba la estructura abovedada. Una vez identificados sus objetivos, sus hombros se encogieron con fuerza al pensar en interceptar a las personas que impedían la finalización de su sistema de seguridad.
No pensó en las instalaciones de la Rotonda. El propósito del proyecto seguía siendo secreto. Lo único que sabía era que la seguridad y la independencia de su país estaban en juego.
Mientras observaba la actividad cerca de la entrada del complejo, agarró los prismáticos con ambas manos y los mantuvo firmes. Bien, los trabajadores iban y venían extrayendo y entregando el material necesario para la finalización.
Sin que Rocwalz lo supiera, aquellos que no deseaban otra cosa que suprimir los avances tecnológicos de sus líderes en materia de detección y despliegue de armas se levantaron y miraron desde lo alto de una colina situada frente al lado oeste de la Rotonda.
Al instante, unos destellos de luz lo guiaron en su dirección. Las gafas oscuras ocultaron el ceño fruncido que se le formó al detectar a los traidores.
Abajo, los trabajadores, ocupados con las tareas que se les habían asignado, ignoraban los destellos de luz y los sonidos de los disparos que estallaban desde los lados opuestos de la colina.
Las controversias políticas no tenían cabida en su turno. Los trabajadores continuaron su recorrido de ida y vuelta desde las instalaciones hasta los camiones que se llevarían los restos de los artículos clasificados.
No tiene sentido esperar. Desde sus hombros, Rocwaltz logró disparar un bazuca portátil hacia la colina opuesta de los traidores. Una sonrisa maliciosa se dibujó en sus labios.
La explosión cumplió su propósito.
Los que se encontraban en las inmediaciones se dispersaron, corriendo colina abajo en busca de refugio. Nunca imaginaron que se encontrarían con oposición.
Pero entonces, la oposición subestimó el poder de sus líderes. Bajo ninguna circunstancia iban a permitir que se descubrieran las partes del cuerpo alienígena que habían acordado proteger para aquellos visitantes que llegaron décadas antes a cambio de su infiltración pacífica.
Inmediatamente, los trabajadores contratados se detuvieron y miraron hacia las colinas en llamas por los efectos del fuego. Tan pronto como miraron hacia arriba, volvieron al sendero que conducía a los vehículos. El suceso no quedó registrado en su base de datos ni afectó a su rendimiento
My story is based on [12 September 2025, @mariannewest's Freewrite Writing Prompt Day 2858: no sense](https://peakd.com/hive-161155/@daily.prompt/12-september-2025-mariannewests-freewrite-writing-prompt-day-2858-no-sense)
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