# Asquerocitos En cualquier estado de Venezuela en cualquier ciudad, en cualquier pueblo o en cualquier barrio puedes encontrar una calle del hambre, si las famosas calle donde siempre encontraras comida chatarra, normalmente se puede conseguir perro caliente, hamburguesas o tequeños, claro el nombre de la calle del hambre no necesariamente es una calle llena de perro caliente ambulante. De hecho con solo ver un vendedor en cualquier calle sin que existan otros vendedores en esa misma calle, simplemente le dicen calle del hambre porque a la final uno lo que va a esos sitios es a matar el hambre, esa hambre que uno tiene, pero por cuestiones de la vida la liquidez monetaria es escasa y en esas calles del hambre puedes comer y a un bajo precio, en pocas palabras te ahorras un montón, sin embargo, no te recomiendo que te vuelvas adicto a ese tipo de comida. He sabido de casos donde las personas adquieren bacterias porque en esos sitios donde no son precisamente aseados y no tienen ningún control de higiene sanitario, pero como dije antes es un sitio para matar el hambre, y no hay cosa que me haga más feliz que comer, ahora bien lo digo con toda propiedad yo en lo personal no como en esos sitios, no digo que nunca lo he hecho, pero desde que me vine de caracas en año 1996 creo que casi nunca comí en alguna de las calles del hambre que hay aquí en puerto la cruz. Esa foto cuando la tome me hizo recordar mi vida en caracas donde hay muchas calles del hambre una de las que yo visitaba con mucha frecuencia era la de plaza Venezuela, pero también iba mucho a la calle del hambre de los naranjos esa era otro nivel y cuando digo otro nivel, lo era, porque hasta las personas que iban allí eran de otro estrato social, pero que a la final nos unía lo mismo, la gana de matar el hambre. Y es en ese preciso momento, después de matar el hambre, cuando yo pensaba ene la siguiente frase. Me rio del hambre después que he comido.  # Gross bites # In any state of Venezuela, in any city, in any town or neighborhood, you can find a “calle del hambre” (hunger street)—yes, those famous streets where you’ll always find junk food. Typically, you can get hot dogs, hamburgers, or tequeños. Of course, the name “calle del hambre” doesn’t necessarily mean it’s a street full of hot dog vendors. In fact, just seeing a single vendor on any street—even if there are no others—people will still call it a “calle del hambre” because, in the end, that’s what those places are for: to kill your hunger. That hunger you feel, but due to life’s circumstances, money is tight. And on those hunger streets, you can eat for a low price. In other words, you save a lot. However, I wouldn’t recommend becoming addicted to that kind of food. I’ve heard of cases where people get bacterial infections because those places aren’t exactly clean and have no sanitary controls. But as I said before, it’s a place to kill your hunger, and there’s nothing that makes me happier than eating. That said, I say this with full honesty: personally, I don’t eat at those places. I’m not saying I never have, but since I left Caracas in 1996, I think I’ve hardly ever eaten at any of the hunger streets here in Puerto La Cruz. That photo I took reminded me of my life in Caracas, where there are many hunger streets. One I used to visit frequently was the one in Plaza Venezuela. But I also went often to the hunger street in Los Naranjos—that one was on another level. And when I say another level, I mean it. Even the people who went there were from a different social class. But in the end, we were all united by the same thing: the desire to kill our hunger. And it’s in that very moment, after satisfying my hunger, that I would think of the following phrase: I laugh at hunger once I’ve eaten. Translated with DeepL.com (free version)