*Esta es mi participación vez en este [encuentro de @talentos invita a escribir sobre " No esperes"](https://peakd.com/hive-147177/@talentos/encuentro-de-talentos-no-esperes), con un tema que tiene mucha tela que contar, si escribí contar, porque cada quien corta esa tela en su mejor manera de contar lo que piensa de sobre " No esperes"*.  # No esperes Mi pana Ramón Álvarez siempre fue un tipo aplicado, lo conozco desde el colegio, siempre se le notaba la seriedad, y cuando entró a la UDO, no hubo quien lo sacara de la biblioteca de hecho a yo también vivía metido en la biblioteca, mi pana se graduó de contador con honores, y hoy trabaja en un ente gubernamental, donde lleva las cuentas con la misma disciplina que tenía para estudiar. Pero lo frena algo que a muchos nos frena lamentablemente por no creer en algo que lo quieren obligar a creer, pues lo tienen marginado, pero aunque ha logrado bastante, a veces siente que su esfuerzo pasa desapercibido, no es de los que alardean, ni de los que buscan reconocimiento. Él hace su trabajo, cumple, y sigue adelante, sin embargo, en el fondo, hay días en los que se pregunta si alguien nota todo lo que hace. Y probablemente si lo hacen, de hecho él me cuenta que sí, pero vuelve a caer en el mismo punto que dije al principio, como lo quieren, obligar a creer en un tipo de sistema que no funciona, no le hacen el reconocimiento que se merece. Aunque él y yo tenemos la misma edad, él siempre me escucha sobre todo cuando tiene que ver con la vida que a cada uno le ha tocado vivir, en algunos casos hasta parecida, pero solo en algunos casos, este preámbulo de historia que estoy contando de mi pana tiene más de 15 años que fue justamente cuando comenzó la presión en esos sitios donde te obligan a creer en algo que es una utopía y solo les funciona a los que están ocupando cargos altos, sé que esto tiene un tono algo político, pero gracias a eso mi pana pudo darse cuenta de que él al verse en un espejo se dio cuenta de que era el quién no se estaba dando el valor que él se merece. A partir de un tiempo y puedo citar los 15 años, es que él comenzó a cambiar y dejo de seguir esperando que lo reconozcan, un día me llamo y me dijo mi pana he cambiado las rutinas para mejor, además de trabajar donde tú sabes he comenzado con un nuevo emprendimiento para cubrir algunas necesidades no voy a deja mi trabajo, pero ahora tengo otro trabajo y es propio ya no más esperar simplemente me voy a ocupar de mí. Estoy totalmente seguro de que mi pana Ramón no solo había tomado una excelente decisión y yo personalmente le hice saber y le reconocí esa decisión, ya no se trataba de sobrevivir dentro de un sistema que nos limitaba, sino de comenzar a construir algo que le perteneciera, algo que no dependiera de jerarquías ni de favores, su emprendimiento, aunque modesto al principio, le dio una nueva energía, eso le ayudo para empezar a organizar sus tiempos, a aprender cosas nuevas, a conectar con personas fuera del entorno que lo ha mantenido estancado. Lo más impresionante fue ver cómo cambió su actitud, ya no hablaba desde la frustración, sino desde la acción, una vez me dijo coño mi pana, ahora sí siento que estoy haciendo algo por mí, no por los demás, yo le respondí en ese momento que se notaba el cambio para bien pero de él. Simplemente, dejo de esperar y se dedicó a la acción, por cierto desde el año pasado por consejo mío también se está abriendo al mundo de las criptos, porque no sabía nada de este mundo, pero recurrió a mi porqué él sabe que yo ando en eso, ahora él puede cobrar en cripto las ventas de sus productos, y caigo en el tema principal, sin esperar a nadie.   [image created with AI]() *This is my participation in this [invites you to write about " Don't wait".](https://peakd.com/hive-147177/@talentos/encuentro-de-talentos-no-esperes), with a subject that has a lot of fabric to tell, yes I wrote tell, because each one cuts that fabric in his best way to tell what he thinks about “ Don't wait”* ------- # Don’t Wait My buddy Ramón Álvarez has always been a dedicated guy. I’ve known him since school, and you could always see how serious he was. When he got into UDO, no one could get him out of the library—in fact, I practically lived in the library too. My buddy graduated with honors as an accountant, and today he works in a government agency, where he manages the accounts with the same discipline he had while studying. But something holds him back—something that holds many of us back, unfortunately—because he doesn’t believe in something they try to force him to believe in. That’s why he’s been marginalized. Even though he’s achieved a lot, sometimes he feels like his efforts go unnoticed. He’s not the kind of person who brags or seeks recognition. He does his job, fulfills his duties, and keeps moving forward. Still, deep down, there are days when he wonders if anyone sees all that he does. And maybe they do—he’s told me that people have noticed—but he always ends up back at the same point I mentioned earlier. Because they want to force him to believe in a system that doesn’t work, they don’t give him the recognition he truly deserves. Even though he and I are the same age, he always listens to me, especially when it comes to life and the paths each of us has had to walk—sometimes similar, but only in some ways. This preamble to my buddy’s story goes back more than 15 years, which is exactly when the pressure started in those places where they force you to believe in something that’s a utopia and only works for those in high positions. I know this has a slightly political tone, but thanks to that, my buddy realized—when he looked in the mirror—that he was the one not giving himself the value he deserved. From that moment on—and I can mark those 15 years—he began to change and stopped waiting to be recognized. One day he called me and said, “Bro, I’ve changed my routines for the better. Besides working where you know, I’ve started a new business to cover some needs. I’m not quitting my job, but now I have another job, and it’s mine. No more waiting—I’m going to focus on myself.” I’m absolutely sure that Ramón didn’t just make an excellent decision—I personally told him and acknowledged it. It was no longer about surviving within a system that limited us, but about starting to build something that belonged to him, something that didn’t depend on hierarchies or favors. His business, although modest at first, gave him new energy. It helped him start organizing his time, learning new things, and connecting with people outside the environment that had kept him stuck. The most impressive thing was seeing how his attitude changed. He no longer spoke from frustration, but from action. One time he told me, “Bro, now I really feel like I’m doing something for myself, not for others.” I told him right then that the change was noticeable—and it was all him. He simply stopped waiting and dedicated himself to action. By the way, since last year—and on my advice—he’s also getting into the world of crypto. He didn’t know anything about it, but he came to me because he knows I’m into that. Now he can accept crypto payments for his products. And that brings me back to the main point: no more waiting on anyone.