Foto, pose

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Aquellos tiempos donde una fotografía para ellas era la alegría y decían: foto, pose, mamá. Que bueno que había cámaras y que no perdí muchas oportunidades para tomar no solo una, sino un sinfín de fotos que un día como hoy recuerdo y es maravilloso. Momentos bonitos, preciosas, mis pequeñas ocurrentes y estaban en una etapa donde las disfrute muchísimo, cada paseo era un tiempo valioso que atesoro en mi corazón y será para siempre.

Un día a punto de subir al Ávila en el teleférico, Victoria estaba cumpliendo años y ese fue uno de sus regalos. Fue inevitable decirles que posaran para una foto y bueno no hubo ni que pedirlo mucho, no era común vestirles parecidos, pero por el frío les puse suéter y eran ambos color fucsia; una anécdota de esa foto es que luego de tomarla mi hermana dijo que había quedado como una valla publicitaria de las autopistas de Caracas, publicidad no pagada porque en efecto vestían de una marca particular de ropa de niños.

Así quedo la foto, hoy ya no dicen foto, pose; están en una etapa de un humor un tanto fastidioso que trato de comprender por qué las amo; a veces me aceptan una foto, pero salen medio molestas a mi parecer, aunque me dicen que están bien, además de prohibirme que la publique. En fin, qué bueno es recordar a través de las fotografías, siempre destaco que ha sido un invento increíble que inicio con grandes cámaras con fotos en blanco y negro, pero hoy todas las tomamos hasta desde un teléfono. ​ ​​